La División Azul fue un contingente de unos 18.000 hombres que se enrolaron en el ejército alemán durante la II Guerra mundial para luchar en el frente ruso. Estaba formada básicamente por voluntarios falangistas, de ahí su nombre, y por soldados veteranos de la guerra española.
En uno de los acuartelamientos se están produciendo extraños asesinatos cuya resolución encargan al soldado Arturo Andrade (Diego Botto), inspector de policía en la vida civil cuyo apellido curiosamente coincide con el que usó Franco en su novela "Raza". Como ayudante tiene al sargento Espinosa (Gómez).
Extraña también la neutralidad con la que una película española encara aquellas guerras.
Como extraña, e imposible físicamente, es la espeluznante escena inicial de los caballos congelados y enhiestos sobre el hielo.
Interesante cinta de investigación criminal en pleno frente de guerra con intriga y tensión dramática. Bien la ambientación y la descripción de la vida en aquel mundo, aunque se exageren algunas cosas.
El guion desde luego flojea bastante, hay saltos incomprensibles que no se explican y el final se atropella cortando de golpe una narrativa que fluía bien.
Tampoco la realización es para tirar cohetes, hay diálogos que no se escuchan bien y las escenas de interiores resultan acartonadas, teatrales, como si estuviéramos en los seriales de sobremesa. Sobra tal vez la parte romántica que no dice gran cosa.
Pero hay asimismo escenas que impactan como las del juego de "la violeta" o la del fusilamiento.
Dignas interpretaciones de todos.
Solo por la elegancia en el trato de los hechos que se narran merece verse la película.