Aprovechando la inercia del éxito del desembarco de Normandía, los aliados planifican y desarrollan en septiembre de 1944 la operación Market Garden para conseguir el control de los puentes sobre los ríos holandeses, crear un corredor hasta el Rhin como última barrera natural alemana y lograr de esta forma concluir la guerra ese mismo año.
Una serie de circunstancias entre las que no eran menores los egos de los generales, hizo que constituyera un fracaso militar y encontraran allí la muerte muchos de los 100.000 soldados que intervinieron.
Cinematográficamente es una obra que cuenta con todo lujo de medios. Un director y un guionista experimentados, los actores de moda en el momento y dinero para conseguir una ambientación impecable, con escenas en las que aparecen cientos de aviones, carros de combate y miles de extras, muchos descendiendo en paracaídas. Por más recursos técnicos que se utilicen para multiplicar el efecto de multitud, el resultado es espléndido.
Lo mejor, el verismo que respira toda la historia. Su fidelidad a los hechos que realmente sucedieron, guste o no el desenlace.
Sin maniqueísmos de buenos que no fallan un tiro y malos que son tontos del haba. Sin ahorrar críticas a la planificación aliada ni regatear méritos a la generosidad germana para hacerse cargo de los heridos enemigos, "Solo cinco minutos de descanso para que estos jóvenes mueran en paz y tranquilidad".
Rasgos de heroísmo, altruismo, valor y entrega, como ese niño que encuentra la muerte jugando a ser espía. Pero también de critica, "Hizo V. cuanto pudo. -Sí, ¿pero lo hicieron los demás?"
Además de las escenas multitudinarias queda tiempo para contemplar otras como la amenaza pistola en mano del sargento al cirujano para que atienda a su capitán, o los hospitales de campaña donde "La morfina es solo para los heridos graves".
Desastres de la guerra.
Un detalle curioso. En medio de las ruinas de la ciudad aparece un cuadro desvencijado. Fíjense que se trata de una copia de "Niños comiendo uvas y melón" del sevillano Bartolomé Esteban Murillo.
Una buena película de guerra, rigurosa, bien hecha. No se la pierdan los aficionados al género.