Haz click aquí para copiar la URL
Voto de piensaencines:
10
Aventuras. Drama Narra la historia de Moisés (Christian Bale), un hombre de extraordinario valor que desafió al faraón Ramsés (Joel Edgerton) y liberó a 600.000 esclavos, que protagonizaron una épica y peligrosa huida a través de Egipto en busca de la Tierra Prometida. (FILMAFFINITY)
11 de diciembre de 2014
12 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esto del cine, como en casi todo en este mundo, funcionan las fobias y las filias, las simpatías y antipatías, los estados anímicos, los condicionamientos mediáticos, los paladares de uno u otros tipos, la corriente imperante, la no imperante y la contracorriente, las opiniones prestadas, las propias, las dependientes, las independientes, las vendidas, las compradas y las alquiladas, las meditadas y los que nacen de arrebatos emocionales.
Normalmente me suelo pasar todo ello por la parte enmarcada entre el coxis, el perineo y los abdominales inferiores y los oblicuos...en esta ocasión no iba a ser menos.
Salgo totalmente encantado, requeteencantado y rechiflado de ver EXODUS. Cine épico con mayúsculas, como el de B. De Mille pero totalmente actualizado y 100℅ tamizado por el estilo visual y narrativo de Ridley Scott. Lo cual, como sabemos, implica defensores y detractores acérrimos.
EXODUS es en el panorama actual y reciente (y no tan reciente) a las grandes producciones épicas de Hollywood lo que "Gladiator" fue y es al "peplum" clásico. No inventa nada nuevo, ni lo pretende. Hace una re-lectura de esas grandes películas que tenemos en el imaginario colectivo, respetando todos sus códigos y a la vez adaptándolos a un lenguaje más atemporal que moderno o actual.

Scott se las apaña para contarnos de una manera personal y diferente una historia bíblica que nos han contado ya hasta la saciedad. No renuncia a ninguno de los elementos del relato y consigue hacerlos suyos. Se toma su tiempo y utiliza todas sus armas y trucos de perro viejo para hacer la película que quiere hacer, sin más concesiones que a sí mismo o a la película misma.

Es capaz, cómo sólo él sabe hacer, de sacrificar muchos minutos de montaje para que sea más fácil de digerir por el espectador. Quizás son alguno de estos minutos que se quedaron en la mesa de montaje, los que desarrollan más en profundidad la rivalidad entre los dos hermanos, que queda un poco desdibujada. O el personaje de Sigurney Weaver, que más que nada adorna. Eso sí, adorna tan, tan, tan bien, que te deja con ganas de más.
Tampoco importa demasiado, porque Scott recuperará todos esos minutos para su habitual "Director´s Cut" (montaje del director) que los que le seguimos esperamos con avidez.

Se le pueda reprochar un cierto distanciamiento emocional, sobre todo en la parte central de la película, y seguramente por esos tijeretazos voluntarios, pero allá por su segunda mitad, la película cobra de golpe todo su sentido. Scott descarga el grueso de su armamento y nos atrapa, y nos seduce y nos conquista y convierte todo el conjunto en lo que realmente es: una película épica para adultos como las que hace años que Hollywood no nos deja disfrutar.

Y digo armamento, no pirotecnia, porque a pesar de lo que pueda parecer, es una película mucho más física que digital. Justo al contrario de lo que nos tiene acostumbrados un cine rendido al desvarío visual y sometido a la venta de vídeo juegos y al "merchandising" en general.

En este sentido, destacaré la eficiencia, celeridad y falta de efectismos ni sentimentalismos baratos con que nos narra en un suspiro el episodio de las plagas.
Pero sobre todo, y por encima de todo, convierte el cruce de Mar Rojo en un capítulo en sí mismo y no en un mero climax y un despiporre de efectos visuales sin sentido.

Destaco y aplaudo también la originalidad y valentía con que se centra más en ciertos planteamientos políticos que en cuestiones religiosas:

1) La forma de afrontar la fe y la religión en un tono lo bastante neutro como para no satisfacer plenamente, ni enojar, ni molestar a los más fanáticos de uno u otro extremo de la balanza.

2) El enfrentamiento de tú a tú entre el brillante Moisés de Christian Bale y un Dios cruel y vengativo encarnado en una figura chocante que no voy a desvelar.

Me encanta también el cruce entre macarra de "mujeres hombres y viceversa" y "choni" con vocación de urraca rendida al "goldfy" y los brillos que le da a Ramses un toque más cercano a un niño apestoso echado a perder por unos padres demasiado condescendientes y permisivos, que de villano al uso.
Por último alabar la música de Alberto iglesias, sin riesgos pero hermosa y épica, y siempre al servicio de la película, como las buenas bandas sonoras.

EXODUS es cine; del que requiere oscuridad, butaca y sala de cine. Cine del que sí es cine. Del que sin ser perfecto nos hace soñar y nos lleva o esos territorios que están más allá de esta realidad. De aquel con crecieron nuestros abuelos, nuestros padres y muchos de nosotros. Una gran producción en toda la amplitud de la palabra.
piensaencines
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow