Simpática y hasta cierto punto inhabitual comedia de corte romántico que trata de alejarse de tópicos o, mas bien, entremezclarlos para dar un resultado no del todo redondo.
Se le agradece al menos que no sea un comedia romántica pastelosa, y que tampoco sea una comedia de enredos absurda, pero tiene un poco de ambas cosas. Por eso, y sólo por eso, debe ser destacada entre sus congéneres y coetáneas.
Por ejemplo, Steve Carell sigue encasillado en esos papeles de panoli lleno de patetismo desenfadado, pero esta vez se aleja de su vertiente más payasa para centrarse un poco más en comedia inteligente. Ryan Gosling parece disfrutar de su actual estatus de sex-symbol, pero cuando le toca el tema dramático cojea. Julianne Moore sigue haciendo el mismo papel que lleva haciendo desde "Magnolia", y el resto del elenco se sostiene más o menos decentemente. A destacar las divertidas apariciones de Marisa Tomei.
En resumen, una comedia honesta para sonreír, con un punto verdaderamente divertido (la escena clave en el jardín trasero), y que adolece de soltura para la parte dramática, volviendose excesivamente sensiblera (ejemplo claro, el típico final con discurso sentimentaolide incluido).