Buffy cazavampiros no es una serie que fascine desde sus inicios, en un principio nos puede parecer que tiene personajes estereotipados, efectos ridículos (que van mejorando con el paso del tiempo) y situaciones poco creíbles. Sin embargo este es uno de los atractivos de la serie, engaña desde un principio, lo que parece una historia más de adolescentes de instituto pero con vampiros de por medio, nos llega a involucrar en situaciones de alto nivel dramático, con las que podemos llegar a sentirnos identificados.

Esta serie no habla de otra cosa mas que de la madurez. A lo largo de sus temporadas vamos creciendo con los personajes, vamos comprendiendo sus sueños, sus metas, sus responsabilidades y muchas veces sus cargas. Temporada tras temporada los personajes evolucionan, crecen y maduran de una forma tan natural y lógica que estamos obligados a identificarnos con ellos porque nosotros mismos pasamos por esas situaciones. Situaciones tan normales como rupturas, soledad, duelos, ambigüedad sexual, etc... y todo enmarcado en un universo fantástico muy bien perfilado e increíblemente elaborado.

Sus capítulos son historias interesantes con un ritmo muy ágil y de acción trepidante, ademas debo decir que algunos de ellos tienen una calidad asombrosa como "Silencio" o "El cuerpo", episodios que me dejaron la piel helada al verlos, que no dan tregua al espectador.
Buffy es una serie que se debe ver de principio a fin para entenderla y apreciarla. Si somos capaces de ir mas allá de lo que vemos en la superficie de la primera temporada entraremos en un mundo del que nos costará salir y que nos atraerá con fuerza.