Retrato puritano para el puritano Cromwell. Estamos delante de una hagiografía interesante en la que la maldad y la bondad están entrelazadas y sus límites no están nada claros. Los ideales que se defienden en la película están muy en boga actualmente ( puesto que el hombre repite los mismo errores) esto es, los límites del poder personal y la libertad del pueblo frente a ese poder que lo quiere todo.

Las escenas de acción son dignas para la época y no desmerecen en nada la calidad global de la película. La ambientación está muy conseguida. La ejecución de Carlos I parece realizada en la mismísima Banqueting house. Atención al discurso del rey y el cara a cara con Cromwell. Richard Harris está inconmensurable (no creo que Marlon Brando lo hubiera hecho mejor y Alec Guiness vandyckiano (se me permita el neologismo)

En resumen, un buen homenaje a ese Lord protector de Inglaterra que sentó las bases de las democracias anglosajonas.