Múnich es una obra colosal de un coloso del cine, original, apabullante de un triste suceso. Spielberg cogió un acontecimiento vergonzoso y le llevo a las más altas cotas de la maestría fílmica. Una obra maestra contada por un maestro.
Steven Spielberg es el único director de los últimos 60 años que se podría juntar en una mesa de los más grandes directores: Chaplin. Lang, Lloyd lo pongo porque me da la gana y encima dirigió él y tres directores más The Kid Brother, Wilder, Lewis, Laurel & Hardy por los mismos motivos que pasa con Lloyd pero sin The Kid Brother, Walsh, Hathaway, Hitchcock, Capra, Hawks, Siodmak, Keaton, y mirarles a la cara y tutearles. Clint Eastwood no llevaría ni la escupidera que sale en Río Bravo. Y huelga decir que el 7,1 es para mearse en la escupidera y en Eastwood.