En la novela el personaje de Zobrist crea un virus para matar a miles de millones de personas. Sin embargo, al final se revela que no es así. No pretende matar a nadie, sino dejar a un tanto por ciento de la población estéril ya que Zobrist cree que si no se toman medidas, aunque sean drásticas, la población humana caerá en el caos y la miseria dentro de no muchos años debido al gran problema de la superpoblación. En la película han obviado todo esto. Te dejan creer que el virus es real y que en verdad quiere matar a millones de personas. Y no sólo eso, es que en la película al final llegan y contienen el virus. En la novela no ocurre así, llegan tarde. Es decir, que Zobrist en el libro escrito por Brawn, se acaba saliendo con la suya y consigue su objetivo. La película desvirtúa por completo el mensaje original del autor. No quieren que el «malo» gane. Pero cambiar ese hecho supone destrozar toda la historia y toda reflexión que Dan Brawn quiere mandar al público. Decepción absoluta con esta película y con el propio Brawn por venderse de esa manera permitiendo que tergiversen y cambien el final de su obra de esta manera.