Clint Eastwood sabe hacer muy buen cine, y ésta no es una buena película. No significa que sea una película aburrida, se puede ver. Quizás el problema sea que no entiendo demasiado del rugby y por ello no se despierta en mi esa emoción que un amante de éste deporte pueda tener y que he podido tener en otras películas de tipo deportivas.

Además, creo que Mandela no es tan maravilloso, ni tan bueno, ni tan espléndido... se plantea a un "San Mandela" sin aristas, unas aristas que se solucionan muy fácilmente en la película. Un Matt Damon que tiene unos valores muy claros, muy blanco y rubio, criado en el apartheid, con una simple conversación con Mandela él se transforma como si se le hubiese aparecido la Virgen de Lourdes, igual. Es éste espíritu de transformación el que vamos a ver a lo largo de toda la película. En cuanto a Mandela, se trata de un personaje que apunta muy poco la destrucción de su propia familia, como su familia no le quiere ver, y lo suaviza todo en lo buena persona que es; un papel, en definitiva, demasiado pastel.

Creo que ningún partido puede llegar a solucionar los problemas de un país como Sudáfrica, y menos que todo el mundo pueda llegar a unirse de ésta manera cuando nunca ha habido ese arraigue por el rugby. Me parece una película falsa de inicio a final y falta de emoción, ésto no significa que esté mal hecha.