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Voto de Ford Farleine:
5
Drama. Comedia Walter Black (Mel Gibson) es un hombre que padece una profunda depresión. Su única vía de escape, su único consuelo, es una marioneta que representa a un castor, al que trata como si fuera una persona. Perseguido por sus propios demonios, Walter, que fue en otro tiempo un exitoso ejecutivo de una empresa de juguetes, emprenderá con su marioneta un viaje de autodescubrimiento... (FILMAFFINITY)
9 de abril de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mel Gibson ha recibido en los últimos años un sinfín de críticas voraces tanto a su trabajo como a su persona. Seguramente se las merece. A nivel personal no lo conozco (obviamente) y no puedo decir que las cosas que leo sobre él me parezcan positivas, pero sí de un tiempo a esta parte siento hacia él una simpatía especial porque a veces me parece que ha sido objetivo de una cacería llevada a cabo por el lobby judío hollywoodiense. Le reprochan que es un misógino (no ha sido el único en Estados Unidos), que es un racista (entre sus mejores amigos está Danny Glover) y que es un alcohólico (no ha sido el único tampoco). También me ha dado pena cómo le han dejado de lado todos, desde Di Caprio que lo ha dejado tirado en ese proyecto sobre "Los Vikingos" hasta amigos como Robert Downey Jr (Mel Gibson sí se acordó de él con "El detective cantante" y no le ha devuelto el favor). En definitiva, todos han ido a por él, sólo falta que le acusen de matar a Manolete. De lo que no se le puede acusar es de que esta película sea un truñazo.
Jodie Foster le ofreció un papel en su peor momento de popularidad y eso es de agradecer, lo que ocurre es que la película es realmente plana, lo único que es destacable son los esfuerzos de Mel Gibson por hacer creíble su papel, tarea que es muy complicada y tampoco se ha destacado nunca Mel por ser un gran actor con muchos matices. En definitiva, una película gris, demasiado excéntrica para ser un drama y sin puñetera gracia para ser comedia.
El film es un fracaso, ni siquiera cumple como una película freakie o como un film indie. Y digo yo que más culpa que el pobre Mel Gibson tendrá su responsable máxima: Jodie Foster, que no acierta con el tono de la película.
Ford Farleine
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