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Voto de Ford Farleine:
7
Ciencia ficción. Aventuras Corren tenebrosos tiempos para la República, que continúa envuelta en luchas y sumida en el caos. Un movimiento separatista, formado por centenares de planetas y poderosas alianzas encabezadas por el misterioso conde Dooku, amenaza la galaxia. Ni siquiera los Jedi parecen capaces de conjurar el peligro. Este movimiento provoca el estallido de las guerras clones, que representa el principio del fin de la República. Para allanar el ... [+]
4 de mayo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la división de opiniones que supuso el Episodio I de la nueva trilogía galáctica, nos llegó la segunda entrega, que los fanáticos esperábamos como agua de mayo. Tiene algunas cosas buenas (pocas) y otras no tanto (bastantes).
Para mí, este Episodio II es el principal culpable del chasco de esta segunda trilogía. Me explico. Es el nudo y como tal se esperaba una complejidad argumental mayor y una oscuridad en el tono más acentuada. Recordemos que equivalía a “El imperio contraataca” pero acaba pareciéndose más a “El retorno del Jedi”. Es infantil, demasiado infantil y la trama es ridícula, se abusa del plasma una barbaridad; de hecho da hasta cosica ver a Ewan McGregor y Samuel L. Jackson luchar moviendo la espada láser sin saber muy bien qué están haciendo; la historia de amor es cursi, remilgada, mojigata y realmente cargante; un amigo mío me dijo que estaba exagerando, que sólo se daban tres besos en todo el metraje, pues bien: de esos tres besos, sobran cuatro. La escena inicial es demasiado larga y si bien la escena final de la lucha de los Jedi es espectacular, no merece la pena estar más de cien minutos aguantando chiquilladas y memeces psesudo-románticas difícilmente aguantables.
En la parte positiva están Ewan McGregor y la parte de la venganza de Anakin Skywalker contra los moradores del desierto. Ahí sí pude atisbar ese salto al vacío, ese paso al lado oscuro que debió ser mucho más enérgico. Por otro lado, Hayden Christensen nos decepcionó con su interpretación de Anakin Skywalker, un niñato malcriado, consentido y mal educado, dueño de unas habilidades sin parangón pero que no es que se deje llevar por sus sentimientos, es que es un mimado inaguantable. Y aquí viene otro de los puntos débiles del film: ¿cómo no se dan cuenta los Jedi no ya de que tienen un sith en frente de sus narices, sino de que Anakin es insensato, imprudente, impulsivo y casi violento? ¿No les parece extraño? ¿No creen que deberían tenerlo más vigilado?.
Hay que agradecer, por último, que el impresentable de Jar Jar Binks casi ni aparezca, aunque lo poco que sale ya dan ganas de estrangularlo con su propia lengua. Pero sí voy a hacer una reflexión. Cualquier República que permita que un ser tan ofensivo y despreciable llegue a ser senador, se merece todo lo malo que le pase. Quizá sea una crítica de George Lucas, que un tipo haya pasado de ser un exiliado a ser senador de su pueblo a base de torpezas, o es una crítica magistral o es que algo malvado oculta. Menudo trepa capullo.
Ford Farleine
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