Si algo tienen en común el 99% de las producciones de terror es la escasez de medios y el casquerío cutre. Gracias al cine ¿de miedo? tenemos la serie Z y la ilusión de ser cineastas por un día. Con una cámara digital, cuatro amigos con una tarde libre, una amiga tetuda y un pollo comprado en el Dia todos podemos ser directores de cine. A los 80 me remito.

Sam Raimi empezó con muy buen pie en esto del cine. "The Evil Dead" es recordada y reivindicada a partes iguales por el frikismo mas militante y los "andergraun" de pro. Con las fronteras entre el humor negro y el malrollismo zombie difuminadas al máximo, nos clava una película palomitera como pocas y para (casi) todos los gustos, descubriéndonos de paso que el truco está en no tomarse muy en serio a si mismo ni al género. Después ya ha seguido una carrera más o menos irregular, con retornos al genero ("Darkman"), películas más ("Un Plan Sencillo") o menos potables ("Rápida Y Mortal") y pelis que nos quedarán para siempre ("Spiderman", pero déjelo ya, hay que saber retirarse a tiempo).

Además, y de una sola tacada, nos ha dejado a Bruce Campbell, un icono, un mito, un ejemplo, un mal actor de culto (también) que luce y da esplendor a cualquier película en la que aparezca, da igual si es "The Ladykillers" o una basura de la altura de "Bubba Ho-Tep". Si sale Bruce Campbell hay que verla y reivindicarlo como actor de culto. En eso consiste ser moderno.

Las otras dos partes, "Posesión Infernal II" y "El Ejército De La Oscuridad" pues ya son más prescindibles. No las vean. Pero no se olviden de decir que sí lo han hecho.

Tambien en eso consiste ser moderno.