Empezaré por lo de siempre: soy un acèrrimo fan de Los Simpson. Los llevo viendo toda la vida, repetidos hasta la saciedad, y para mi han trascendido el concepto de "serie" para pasar a formar algo así como "parte de mi vida". Si tengo algo que objetar a la serie es, simplemente, que las últimas temporadas son bastante horribles. En fin, es algo normal, todas las series se hunden, y ésta lleva dieciocho temporadas con nosotros.
Cuando me enteré de que se había confirmado la peli de Los Simpson, tiempo atrás, intenté no hacerme demasiadas ilusiones. Me preocupaba que la hicieran bajo el humor basto de las dos o tres últimas temporadas. Pues bien: me procupé innecesariamente.
Los Simpson: la película es, ante todo, un capítulo de Los Simpsons, pero uno de los buenos. No de los mejores (no entra en ningun Top-Ten de capítulos) pero sí de aquellos que han hecho de Los Simpsons la série más genial de todos los tiempos.
Que sea algo así como "un capítulo más de los Simpsons" no es que sea perdonable, es que es lo más acertado que podían hacer Matt Groening y compañía para llevar esta família al cine. Es cierto que, en algunos momentos, hay elementos estereotipados de cualquier peli de animación veraniega, pero eso no llega a enturbiar el resultado. Y sobre los momentos "tiernos" de los que se han quejado algunos... Bueno, todos los capítulos de Los Simpsons tienen de esos momentos.
Lo único que falla es la escasa presencia de algunos secundarios de talla (Burns, Krusty, Skinner... parecen pintar poco) y la pérdida del ritmo de gags al final de la película. Y aun así, es difícil pensar en fallos como estos al salir del cine, después de toda la diversión y la fantástica sensación de haberlos visto, por fin, el la pantalla grande.
En definitiva: una grandísima película.