Es mala. Pero ellas no tienen la culpa. El "remake" de los Cazafantasmas ya sufrió un aluvión de crítica antes de su estreno por el hecho de que fueran mujeres las que sustituyeran a los personajes originales, sin embargo ellas estás bien, sobre todo Kristen Wiig que está llamada a hacer grandes cosas, y una fantástica Kate McKinnon que se come la pantalla en cada plano que sale. Si la película acaba siendo sólo mala, en lugar de desastrosa, es gracias a ella. ¿Qué falla entonces? El guión, aunque no sabría decir si es por culpa de los guionistas o de los productores. Los Cazafantasmas 2016 es otro producto más de unos empresarios (que no cineastas) obcecados en satisfacer a un público norteamericano adolescente poco exigente, inculto e inmaduro, para hacer taquilla rápida pero muy perecedera. La historia original... Bueno, el original, simplemente, tenía historia, una buena historia con una estructura narrativa indentificable, mientras que este 2016 sólo es una colección de escenas de acción y de chistes, y la mayoría de ellos además, malos.
Encima, ni siquiera aprovecha los nostálgicos cameos. Por ello, para hacer un ejercicio de nostalgia, y de buen cine, mejor volverse a ver el original, que esta indigna versión.