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Voto de antonio lopez herraiz:
8
5,3
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Fantástico. Aventuras. Acción
Una obediente damisela acepta casarse con un apuesto príncipe. Pronto descubre que lo que en realidad quiere de ella la familia del novio es sacrificarla y, de este modo, saldar una antigua deuda. Cuando es arrojada a una cueva con un dragón que escupe fuego, solo tiene su ingenio y voluntad para sobrevivir. (FILMAFFINITY)
10 de marzo de 2024
3 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora que cae un mes de marzo donde se juntan las fiestas religiosas (unas más en teoría que en la práctica) traigo buenas nuevas para los devotos de fraternidad y rivalidades draconianas ('Dragonheart') o aspirantes a princesas que intentan no perder el pescuezo, aunque sea con menos sentido de la burla que en mofas de género de Matt Groening ('Disenchantment') y David Gordon Green ('Caballeros, princesas y otras bestias') mas lazos indisimulables hacia 'Blancanieves y la leyenda del cazador' (2012, Rupert Sanders).
Millie Bobby Brown esconde en un baúl su síndrome de Ana Obregón de las alfombras rojas y nos vuelve a demostrar con creces que el brillo de mala leche en su incipiente badass attitude en 'Stranger Things', cuando le rascan demasiado la nariz, no es flor de un día, y que sus dotes para sacar los dientes, apretar los puños y no dejar que se le suban a la chepa siguen más desarrolladas que su tierraplanista sesera.
Y tampoco es que estorben -de hecho enriquecen el sabor de la pócima- una aliada Angela Bassett y todo un icono de la aventura medieval, pasándose al bando de las malas tremebundas y pérfidas, Robin Wright alzándose en retorcida y viperina reina prometida (la corona no le es ajena, la personalidad es lo que difiere).
Bueno es confirmar que Juan Carlos Fresnadillo está lejos, pero que muy lejos, de perderle el pulso al cine de acción, fantasía, algo de terror y muchísimas toneladas de entretenimiento.
Millie Bobby Brown esconde en un baúl su síndrome de Ana Obregón de las alfombras rojas y nos vuelve a demostrar con creces que el brillo de mala leche en su incipiente badass attitude en 'Stranger Things', cuando le rascan demasiado la nariz, no es flor de un día, y que sus dotes para sacar los dientes, apretar los puños y no dejar que se le suban a la chepa siguen más desarrolladas que su tierraplanista sesera.
Y tampoco es que estorben -de hecho enriquecen el sabor de la pócima- una aliada Angela Bassett y todo un icono de la aventura medieval, pasándose al bando de las malas tremebundas y pérfidas, Robin Wright alzándose en retorcida y viperina reina prometida (la corona no le es ajena, la personalidad es lo que difiere).
Bueno es confirmar que Juan Carlos Fresnadillo está lejos, pero que muy lejos, de perderle el pulso al cine de acción, fantasía, algo de terror y muchísimas toneladas de entretenimiento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Acaso ha de importarme que cada una de las víctimas de la dragona sean de una etnia o raza como si las eligiese de forma no arbitraria? En absoluto. Es una bestia cruel, vengativa, sádica y sanguinaria, pero no racista. Sin embargo tengo una duda: ¿el monstruo no se da cuenta de que todas esas víctimas que le entregan en sacrificio, y que son del mismo linaje, no son realmente del mismo linaje por un motivo perceptible?
Las pelis de Netflix es lo que tienen. Y ésta para más señas es purísimo cine de aventuras con el que cada vez cuesta más reencontrarse en cualquier medio pese a que, no obstante, alcance su cenit en sus sobresalientes pasajes de terror, acción y supervivencia subterránea.
Así da gusto hacerse juancarlista.
Lo otro es cosa de Netflix.
Las pelis de Netflix es lo que tienen. Y ésta para más señas es purísimo cine de aventuras con el que cada vez cuesta más reencontrarse en cualquier medio pese a que, no obstante, alcance su cenit en sus sobresalientes pasajes de terror, acción y supervivencia subterránea.
Así da gusto hacerse juancarlista.
Lo otro es cosa de Netflix.