Ojalá el único problema del 3° largometraje de Álex y David Pastor ('Infectados', 'Los últimos días') fuera el de servir un telefílmico thriller de sobremesa de Antena3 envuelto con papel -es decir, factura técnica- de cine. Porque una tv-movie, aunque la vistas de seda, tv-movie se queda. O que no exista forma humana de creerse la historía de un publicista en paro que, tras mudarse a un barrio obrero, conserva aún las llaves de su antiguo apartamento y -¡oh, casualidad!- la familia que habita en él no ha cambiado la cerradura. Lo cual derivará en la credibilísima premisa de que Javier (Javier Gutiérrez) deje de buscar trabajo para dedicar todo el tiempo libre a inmiscuirse en la vida personal del nuevo inquilino, Tomás (Mario Casas), Lara (Bruna Cusí) y la hija de ambos. O puede incluso que ni los giros de guión más absurdos y forzados que he detectado en un género tan dado a rizar el rizo como el de los thrillers 'home invasion' se conviertan en obstáculo para que se crean sus personajes un solidísimo y esforzado Mario Casas, las solventes (pero funcionales) Bruna Cusí y Ruth Díaz o un Javier Gutiérrez que imagino que empieza a aburrirse del papel de individuo turbio y encabronado. O a lo mejor se junta un poco de todo lo que he mencionado. Pero poca cosa más puedo decir, porque he dejado de ver esta fantochada a la mitad.