Lo triste es que la película buena sea con la que Lobezno (al menos Hugh Jackman) se despide. En los dos intentos anteriores no consiguieron captar lo suficiente la atención del púbico, y en esta ocasión decidieron apostar por mostrar el ocaso de uno de los mutantes más carismáticos de la saga.

Por lo tanto, no es la típica película de acción y superhéroes y me parece que eso la ha lastrado bastante de cara a la crítica profesional. Parece que si eligen hacer películas de acción las catalogan de simples, y cuando cuentan una historia más sentimental, resulta que le falta acción.

Hasta la fecha, es a la que más puntuación he otorgado, por encima incluso de la primera de X-Men. Creo que Hugh Jacman siempre ha estado a la altura del personaje, y sin duda ha dejado un hueco que va a ser difícil de llenar, sobre todo tras Logan. Es cierto que en esta secuela concretamente echo de menos alguna escena de acción más, pero como compensación se nos ofrece más violencia que, en mi opinión, se ajusta más a la realidad de Lobezno.

Tras haber dado un digno final a la trilogía de Lobezno, parece que van a seguir explorando nuevos caminos con nuevos mutantes y desarrollando nuevos X-Men, así como contando precuelas de otros personajes.