Hoy, en películas en las que no pasa nada... El Arrecife.

Lo tengo muy claro. Si fuera americana la película no tendría ni la más mínima consideración, pero claro, es australiana y por ende tiene un punto semiexótico que hace que tenga su legión de "admiradores". Hacía tiempo que no veía unos diálogos tan pasmosamente ridículos. Conversaciones de relleno para intentar colmar una cinta en la que un tiburón se va comiendo a todos los nadadores uno a uno. Estamos, por supuesto, ante el primer caso de un tiburón selectivo que se dedica a comerse a sus presas una a una y no atacar al grupo entero sin más. Eso sería acabar la película muy pronto.

Rubias tontas, musculitos que dicen tonterías y morreos esporádicos entre ellos. Probablemente acabes yendo con el tiburón como me pasó a mí.