Underworld está llamada a ser (si no lo es ya) una de las sagas del cine de terror/ciencia ficción más importantes, con una fórmula tan simple como es la del conflicto entre hombres lobo y vampiros que da para un trillón de producciones en el género.
Con un caracter netamente visual, Underworld, al igual que sus predecesoras, hace homenaje al cine mas palomitero, con una serie de tópicos que no desaniman el fuerte ritmo de la película pero que tampoco te dejará con la boca abierta por su argumento tantas veces visto en otras producciones.
Es cuanto menos curioso que una película de estas características tan netamente visuales agravada con la dirección de un experto en efectos especiales acabe teniendo su punto fuerte en el argumento en lugar de sus efectos. El argumento es muy normal y la narativa también, no es nada del otro mundo, pero existe un algo que le da algunos buenos puntos aunque nunca se sepa qué acaba de ser. A pesar de todos los tópicos repetidos hasta la saciedad, no desesperarán al espectador y es como si estuvieran muy bien puestos: "tienen que estar ahí porque es lo que demanda el propio film". Quizá las correctas actuaciones ayuden a esta sensación.
Los efectos tienen un regustillo a serie B y no son los mejores vistos en una sala de cine ni por asomo, algunos movimientos de los hombres lobo quedan muy marionetizados recordando a películas de serie B. Además, la realización tampoco es nada buena, intentando adaptarse a la rápidez de la película con mil cambios de cámaras que al final solo consiguen despistar y hacer que no se vea nada bien la acción.

Buena película, no desentonante con las anteriores aunque si diferente. Visible pero no plenamente satisfactoria, que extiende más la saga y que para nada acaba con ella, dando la sensación de que el conflicto durará para largo en nuestras pantallas.