Buena fotografía y actuaciones aceptables en un marco de pseudo cine independiente que se acaba mezclando demasiadas veces con cine de sobremesa de tarde de fin de semana. Le flata quizá más mala leche, más dejarse llevar por un humor que está presente más en la mente del espectador que en la propia película. Le falta, para que nos entendamos, un punto más Coen, más irónico, más catastrofista si queréis.

Algunos planos inspirados no acaban de salvar una película que acaba siendo interesante pero que pierde más por comparativa de género con otras que por lo que realmente deja de ofrecer. Puede ser una opción si te has quedado sin ideas, pero no encontré en ella nada que verdaderamente mereciera la pena.