Probablemente si me hubiera topado con esta película sin haber conocido de su existencia me hubiera gustado tres veces más, pero tras haber sido bombardeado por ella esperaba, como buen amante de videojuegos casi enfermizo que soy, una catarata de referencias a ellos continua y sin demora. La cosa no es así, por desgracia, y no va más allá de sonidos en 8 bits que desfilan con arte por la pantalla, puntuaciones de máquina recreativa y marcadores de COMBO cada vez que alguien golpea a alguien.

Desconozco totalmente el cómic, o novela gráfica o lo que sea, por lo que lo que juzgo lo juzgo desde la visión de un espectador casual y no desde la adaptación. Scott Pilgrim es una película entretenida, pero que es bastante engañosa. Si le quitamos toda la parafernalia de las batallas ontra los ex y todos los efectos visuales (muy buenos eso sí), todo se nos queda en una película más del montón, con la misma estructura de todas las películas de adolescentes enamorados.

Scott Pilgrim es una buena película, pero esperaba algo que me gustara mucho más, muchísimo más de hecho. La culpa es del tan malogrado hype, como en la mayoría de los juegos que nos venden a bombo y platillo. Soy consciente de que soy especialmente crítico con ella, pero, desde un punto de vista cinematográfico, la propia película no pasa de la catergoría de entretenida.