*La joya del cine de terror

El Sexto Sentido es la obra maestra del director de origen hindú que incluso superó en taquilla al Tiburón de Spielberg. Además, el filme fue nominado a seis Premios Oscar entre ellos el de Mejor Película y Mejor Guión Original, ambos arrebatados por el filme American Beauty (Sam Mendes).

La segunda película más taquillera del 1999 por debajo de Star Wars: Episodio I-La Amenaza Fantasma, causó gran impresión a la audiencia por su ingenio a nivel de guión, algo que comentaré después.

A los amantes del género de terror nos cuesta descubrir buenas películas de dicho género, la mayoría caen en clichés y no se realizan bien. Además, estas no sorprenden y quedan en el olvido, pero esta marcó la diferencia. El Sexto Sentido no necesitó casas encantadas ni asesinos en serie para crear suspense y crear una historia que atrapase y sorprendiera al espectador.

*La magia de El Sexto Sentido

Pocas veces las películas de terror llegan tan lejos como son los Premios Oscar. Entre algunas películas que han gozado de tal reconocimiento destacaríamos a El exorcista, la fantástica El Silencio de los Corderos, La Profecía o la más actual Déjame Salir.

Todas ellas ganaron al menos un Premio Óscar, algo que la película de Shyamalan por desgracia no logró. Aun así, esta cosecho buenas críticas y se ganó al público de forma rotunda.

La magia de El Sexto Sentido reside en el dominio de un guion sorprendente y la inteligencia de Shyamalan que nos deja boquiabiertos. En sí, Shyamalan nos plantea una sencilla trama, un psicólogo que está tratando de ayudar a su paciente. Pero esta a medida que avanza el filme se va vistiendo con tintes misteriosos y oscuros que van configurando lentamente una atmósfera de terror psicológico que nos acompañara durante la cinta.

Además, muchas de las cintas de terror abusan del jump scare, siendo esta la herramienta más fácil para construir un relato de terror. Claramente El Sexto Sentido también utiliza el recurso, pero en su justa dosis, tan solo encontraremos dos e incluso tres jump scare en un metraje de 1 hora y 47 minutos. Durante el resto de la película Shyamalan va construyendo la tensión poco a poco pero casi nunca nos da el susto. El director solo trata de mantenernos en tensión durante el visionado y lo consigue cabalmente.

*El valor de las interpretaciones

La película está protagonizada principalmente por Bruce Willis (Malcolm Crowe, el psicólogo) y Haley Joel Osment (Cole Sear, el niño). Con sus intachables interpretaciones se nos hará muy fácil meternos en la película y en sus propias pieles. La sensibilidad que otorga Haley es única y su sentimiento de terror inunda la escena y traspasa la pantalla haciéndonos sentir compasión por él.

Por otro lado, el personaje de Bruce Willis, Malcolm; es muestra de la impotencia y del dolor que siente por no poder ayudar a su paciente, esto llega con simpleza al espectador permitiéndonos conectar con él. Además, el drama matrimonial de su pareja nos permite afianzar esa conexión.

Ambos están espectaculares en sus papeles, algo que mereció la nominación al Premio Oscar como Mejor Actor de Reparto a Haley Joel Osment. A su vez cabe destacar, a la imponente Tony Collette (Lynn Sear, la madre del niño), esta fue nominada a los premios de la Academia a Mejor Actriz de Reparto. La sensibilidad de la actriz y su sentimiento de impotencia brillan, y los momentos dramáticos de esta hace que se luzca.