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Voto de Cinemagavia:
6
Drama En pleno estallido de la Segunda Guerra Mundial, el pequeño Dovidl llega a Londres como refugiado judío desde su Polonia natal. Con solo 9 años es un prodigio del violín, lo que propicia su acogida en una destacada familia británica, que le integra como un hijo más y promociona sus estudios musicales. Dovidl se convierte en el mejor amigo de su nuevo “hermano” Martin. Años después, Dovidl está a punto de ofrecer su primer y esperado ... [+]
12 de marzo de 2020
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un ritmo desacompasado

Aunque la banda sonora de Howard Shore sea sencillamente prodigiosa, la última cinta del cineasta canadiense decae a la mitad por no saber llevar un ritmo adecuado. Aunque la primera hora de película pueda llegar a tocar más de un corazón, toda la trama decae con la aparición de Clive Owen en escena.

Tim Roth deja huella, no siendo “en teoría” el personaje más importante de la historia. Solo un pianista corriente; que no guarda ningún parecido, más que cierta nostalgia, con su personaje en ‘La leyenda del pianista en el océano’. Dentro de su banalidad, sin embargo, Roth lo hace destacar, más que Clive Owen a su genio violinista, David Eli Rapoport.

*Lo mejor, los flashbacks

La mejor parte de la película, por otro lado, no es la que cuentan estos dos veteranos actores; que juegan al gato y el ratón por Inglaterra, Polonia y Nueva York. Lo más interesante está en los flashbacks. La amistad de Gerran Howell y Misha Handley, como Martin y Dovidl de niños, es lo que antes consigue hacerte empatizar con la historia.

La estampa del pequeño prodigio judío al violín, abriéndose paso con su música y lengua bífida en la pesadilla adulta de la Segunda Guerra Mundial, es lo que más acerca la película a la de Polanski, no obstante, como decía al principio, de una forma mucho más pobre.

*Tradición judía

Algo que también ha llamado mi atención del metraje ha sido lo bien que representa la religión judía. Desde que Dovidl es un crío aparece cumpliendo con las diferentes tradiciones, desde su Bar Mitzvah al rezo a los muertos, o la propia canción a los nombres olvidados, dedicada a todos los judíos que murieron, sin nadie vivo para rezarlos.

*Conclusión

Aunque el ritmo decaiga, la historia que cuenta y su final me parecen lo suficientemente cautivadores como para calificarla de entretenida. Es una historia más sobre la Segunda Guerra Mundial, a la que se le podía haber sacado más partido, pero que, sin embargo, seguramente arrancará muchas emociones.

Escrito por Laura Martín García
Cinemagavia
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