Vamos a ver, Han Solo Una Historia de Star Wars no desmerece en factura, ni en efectos especiales, los escenarios en los que se mueve son bajo los estándares de lo que la franquicia ha establecido. La película puede ser “divertida/entretenida” si se le aplica una barra de exigencia media, pero se ve corta en muchos aspectos más allá de la mera “entretención”.

Como se sabe, su producción se vio sumamente afectada cuando Phil Lord y Christopher Miller dejaron la dirección y con el peso de la fecha de lanzamiento pendiendo sobre la cabeza, se le encomendó el paquete a Ron Howard.

Howard es un director experimentado y no podemos decir a ciencia cierta cuánto de lo que había en el material original fue modificado, pero una cosa es evidente, el resultado en pantalla es inestable; no se siente una obra sólida. El ritmo es desigual y varios giros de trama son sumamente predecibles.

La película sigue algunos de los lineamientos clásicos para presentar esta clase de producto: un comienzo con mucha acción, con una persecución, en el que las habilidades del protagonista son pintadas eficientemente para entender su rasgo característico: es un antihéroe seductor y sarcástico. Inmediatamente prosigue con un detonante del conflicto; su enfrentamiento abierto con el sistema de Lady Proxima y las bases de su interés romántico, mismas que proporcionarán el germen del conflicto siguiente, cuando Han debe iniciar su vida de “pendenciero profesional” y adquiere la denominación de origen de: “Solo”

De aquí en adelante sigue la introducción de personajes que apoyan la historia de acción de Han: Chewbacca (Suotamo), Beckett (Harrelson) Val (Newton) Rio Durand (Favreau) y Lando Calrissian (Glover).

Aquí cabe señalar un hecho estructural en la narrativa, contraponiéndola a la gramática de las cintas de super héroes provenientes del cómic, donde la acción y la trama llevan un ritmo acelerado; el recuento de la saga de Star Wars maneja una situación diferente: es lento, lo que específicamente en esta película es evidente.

No deja de haber acción, situaciones de riesgo y efectos especiales, pero la historia argumentalmente avanza muy poco y con detalles que dan lo mismo en cuanto a su contribución a la saga entera o la formación del personaje. Lo que hace que el segundo tercio de la película sea pesado y sin mucho que decir. Da la impresión de que le cuesta trabajo arrancar, se tarda demasiado. (Más allá de los quince a veinte minutos usuales) pero aún así no es desastroso, tiene algunas pinceladas atribuidas a los personajes de soporte que mantienen la diversión.

Ehrenreich evidentemente no trata de parecerse a Harrison Ford, porque no podría. Y se esfuerza por cumplir las expectativas de carisma y “sinvergüenza” hasta donde el guión y su actuación se lo permiten; pero no logra llevarse la tarde. Sobre todo si se contrapone con Donald Glover quien está como pez en el agua como Lando Calrissian, el amigo-enemigo de Han Solo.

Lando es un cínico querible, tiene buenas líneas y humor suficiente. Logra hacer válido aquello de que no hay partes pequeñas y nos involucra en su extraña relación con su robot/acompañante/cómplice: L3-37 (Waller-Bridge) y sobre todo, nos aclara el origen del Halcón milenario.

Lo que nos lleva directamente al aspecto “fábula romántica”. Han y Qi’ra no tienen historia de amor. Nos la cuentan, pero no vemos esa pasión salírseles de los ojos, y eso resta mucho a la hora de los desenlaces del último tercio de la cinta, que con todo, es la que viene a hacer reflotar toda la película.

En lo relativo al villano de la historia: Dryden Vos (Bettany) su presencia es más bien débil y pareciera una muletilla para seguir dando problemas a Han Solo y su banda de “acompañantes” al imponerles una tarea de recuperar Coaxium para pagar una deuda.

Entonces, al final del día todas las expectativas acerca de Han Solo quedan flojas, el guión no resuelve ni plantea hechos fundamentales y sí deja mucho que desear a nivel argumental. La película se va por el lado de la utilización de muchos recursos técnicos y sus secuencias de acción, aunque no son algo “nunca antes escrito” si son una muestra del perfeccionamiento a nivel visual/técnico. Pero aún así quedan como solo adornos. No cuentan más historia, no enriquecen al personaje, no vemos nada más de él.

Con todo esto Han Solo Una Historia de Star Wars no es que sea una aberración, pero no es notable. Se queda como una trama “divertida” a secas, no como un “imprescindible” dentro de la cronografía de la serie.

Al final suscita una inquietud: qué esperábamos de la historia de Han Solo por sí mismo? Obviamente Star Wars es una saga vital dentro de la cultura moderna, pero por eso mismo su relato debe evolucionar y seguir sorprendiendo y eso se consigue con un buen guión, no con efectos especiales aunque sean bienvenidos.

La apariencia agradable ayuda, pero encima de eso debe haber una trama apasionante que haga que los fans la sigan.

A partir de la historia en solitario de Han Solo, podríamos formularnos un cuestionamiento: Será que de ahora en adelante tendremos que ver todas los relatos monográficas de los interminables personajes de Star Wars? Porque atrás de Han viene Obi… y cuántos más?

Si es así solo esperemos que la verdadera fuerza acompañe a todas esas historias.

Escrito por Fabián Quezada León
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