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Voto de Hans Landa:
3
Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico El doctor Alan Grant, ansioso por conseguir fondos que financien su estudio sobre la inteligencia del velociraptor, acepta la oferta de una pareja de millonarios, Paul y Amanda Kirby, para sobrevolar la Isla Sorna (Costa Rica), poblada por dinosaurios creados genéticamente. Tras un aterrizaje forzoso en la isla, Alan descubre que los Kirby estaban buscando a su hijo adolescente, perdido en la isla tras un accidente de parapente. (FILMAFFINITY) [+]
1 de octubre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando, tras realizar la insulsa segunda parte "El Mundo Perdido", Steven Spielberg cedió su silla de director a Joe Johnston -celebre por Jumanji- no se imaginaba que el desenlace iba a ser aún peor de lo que su propia secuela auguraba.

La tercera entrega de la saga jurásica era la primera que no estaba respaldada por una novela de Crichton. Toda la responsabilidad de crear una película frenética y tan absorbente como la primera parte quedaba por tanto en manos de la imaginación de los guionistas. Y crearon el contrapunto más desastroso que podemos imaginar.

Empecemos por el guión. Una historia sin mordiente, absurda, y plagada de agujeros. Las situaciones se superponen sin ninguna cohesión y todo el suspense y la emoción que dieron vida a esta idea quedan devoradas por la bocaza del Spinosaurio.

Ah, el Spinosaurio. Recuerden la tensión que les provocó aquel vaso de agua vibrando en el jeep de Gennaro en la primera entrega. Pues en Parque Jurásico III toda esa tensión se la zampa el Spinosaurio en el minuto 20 de película -junto a un tío que no aporta lo mas mínimo a la trama- con una entrada que pretende ser fulgurante y sorprendente pero que no pasa de una mueca de incredulidad. Y es que a pesar de la efectista escena de la lucha entre el T-Rex y el Spinosaurio, este ultimo, no da miedo. Así de simple. El Rex imponía, asustaba. El Spinosaurio no es capaz de generar la menor angustia. Al igual que los velociraptores... Cierto es que esta especie desarrolló plumas en sus estados más avanzados, pero señores, esto es ciencia ficción, no un documental del National Geographic, y esas plumas son de todo menos amenazantes.

Siguiendo la linea de la segunda entrega hay que mencionar las terribles interpretaciones de todo el elenco, sobre todo el señor Nívola, pero también el insípido y cargante Doctor Grant que pareció dejarse toda la chispa en 1993.

Mención especial también para la terrible complementación de la animatronica y los efectos especiales generados por ordenador. Hay escenas en las que es realmente vergonzante como se soluciona este factor.

Lo único bueno que se puede sacar de este film son... Los dinosaurios. Bueno, y la escena de la pajarera, eliminada de la primera película y sin duda los mejores momentos del metraje. Pero hasta aquí puedo leer.

En definitiva, un blockbuster a la búsqueda de taquilla, mal hecho, mal interpretado y con una mala historia. Sin duda la peor entrega jurásica. Hasta la fecha...
Hans Landa
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