Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Ibán:
9
Drama Matt Fowler (Tom Wilkinson), un médico que vive en su Maine natal, está casado con Ruth Fowler (Sissy Spacek), profesora de música coral. Su único hijo, Frank (Nick Stahl), que está pasando las vacaciones de verano en casa y trabaja como pescador de langostas para pagarse sus estudios, mantiene una relación amorosa con una madre separada (Marisa Tomei). (FILMAFFINITY)
5 de febrero de 2006
49 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una de las secuencias apenas empezado el metraje, el personaje de Tom Wilkinson interviene para separar a dos langostas, mientras de sus labios brota la principal línea argumental que nos vale para comprender en parte esta película. La verdad de que cuando dos animales se cruzan en la misma jaula acaban por matarse; unas pocas palabras apenas sobreentendidas entre los silencios en los que se construye este relato; y de paso una lección “darwiniana” de un viejo doctor sobre la supervivencia natural; que el hombre por supuesto intenta mantener colocando a cada uno en su sitio (léase a cada langosta en el suyo). Y de eso va este relato, de biología; de cuando esta incumple su pacto más sagrado: que los hijos mueran antes que sus padres. De eso y del dolor que queda después; del sufrimiento tenso, solitario y sobre todo silencioso que jamás desaparece mientras contemplamos los días pasar desde la habitación. Magullando e hiriendo a las únicas personas que nos comprenden, porque no podemos (¿no debemos?) disparar a quién de verdad nos ha encerrado juntos. Y antes de que devoremos a los que hemos elegido para compartir el dormitorio (y la cama) mucho tiempo atrás; sólo nos queda curar la infección de esa herida que quizá no cicatrice, para al menos de este modo atenuar nuestra rabia y validar nuestra venganza, que dicho sea de paso, no es un sentimiento humano sino animal (si es que existe distinción). Así que al final por más que lo intentemos únicamente podemos acallar ese silencio que tanto duele y recordarle al mundo que un acto “contra natura” no es un simple homicidio involuntario, colocando la mano propia allí donde la justicia y la humanidad han fallado
Ibán
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow