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Voto de abraham_lbc:
7
7,6
1.098
Serie de TV. Animación. Musical. Comedia. Drama. Romance
Serie de TV (2004-2005). 26 episodios. Beck: MCS es la historia de Koyuki, un chico normal de 14 años que no parece tener grandes aspiraciones y que se siente deconectado del mundo en general. Tras salvar a un perro raro de unos niños que lo molestaban conoce a Ryuusuke Minami (el dueño), un hábil guitarrista. Tras una serie de eventos Koyuki se ve envuelto en la nueva banda de Ryuusuke: Beck y su vida monótona y gris empieza a cambiar ... [+]
18 de abril de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno como ya ha habido demasiadas críticas, tanto buenas como malas, hablando de este anime, ahora recién terminado voy a dar con ciertos topicazos (los pongo en spoiler para no alarmar conciencias, y aquí pondré una idea general.
Como ya han dicho, las canciones que salen son bastante buenas. Me resulta curioso que el grupo, pese a tener la etiqueta de "indie", sea una amalgama de nu-metal y grunge, los dos únicos géneros que a día de hoy están muertos y enterrados (a falta de que terminen de morir el heavy metal y el punk, en cuanto se disuelvan las bandas clásicas que lo mantienen vivo, ya se llamen Iron Maiden y Metallica o Nofx y Bad Religion). La banda Beck viene a ser la que está llamada a transmitir y cambiar conciencias, a pasar del tema comercial, y es contradictorio cuando la mayoría de sus temas son un bodrio Nirvana total. Las canciones que canta el prota son un pastel terrible, las del Chiba, el Fred Durst japonés, más macarra y menos gilipollas, están todas de puta madre, incluso con alguna reminiscencia punk a la mitad de la serie. Japón, no obstante, musicalmente es muy distinta al resto de países, tiene mucho que ofrecer y muy distinto, y eso se agradece. El tema de la intro de este anime se te queda pegado en la cabeza durante días, pese a ser rollete Green Day, que me repatea, es un temazo como un piano, la verdad. Además ese "hit in américa" quedaría genial con una retrospección de fotos de yihadistas. Atentos los más freaks al capítulo del festival del instituto, en el que uno de los grupos que sale canta la canción "I love love you" del juego Jet Set Radio Future, ahí lo dejo.
En fin, la animación, como ya se ha dicho, muy irregular. Hay otro anime que tiene que ver con música, del gran Watanabe, llamado "Boys on the slope", en el cual cuando los músicos salen tocando, se corresponde nota por nota con lo que suena, y eso es de agradecer. En esta serie a la animación le faltan frames (dibujos por segundo). Cuando el chinorri aporrea la batería da una ostia y suenan 5, por ejemplo, y eso es de una dejadez que termina por repercutir en la intensidad que reflejan los músicos en el escenario. Esto me estuvo repateando toda la serie. Aun así, por el resto me gustó mucho, al tener un estilo bastante maduro, y un colorido diferente, que le da una atmosfera perfecta. Aunque como han dicho, tiene demasiados altibajos.
Las historietas de amor, muy deficientes, restan intensidad a la serie, pero bueno, supongo que hay que meterlas porque si no el productor te tira el guion a la cara.
El tema de que hablar inglés mole mogollón me dejo un poco roto. No sé si será así en Japón, pero se pasan un poquito. Además ponen a todos los angloparlantes de cretinos totales, soltando todo el elenco de tacos posible del que carece el idioma japonés, sin ton ni son. Esto me parece divertido, no obstante. El acento de los dobladores en inglés, se nota nativo pero muy forzado, no se quien coño grabaría eso.
Hay capítulos muy flojos, que incluso me forzaron a dejar esta serie una temporada, pero después gana mucha fuerza, y resulta muy entretenida, todo hay que decirlo. El Kosyuuke o como se llame, típico emo introvertido molón de las series japonesas, un capullo total. Y el bajista, probablemente el mejor personaje de la serie junto con el batería, pasa por la serie como Pedro por su casa, pero sin pena ni gloria.
Los capítulos del festival de verano, tanto en animación como en argumento, dignos de ver, me pareció que le dieron el empujón total a la serie. Al igual que ese espíritu underground que caracteriza a la banda en todo momento de principio a fin, y esas pequeñas puyas al j-pop cutre que tanto se lleva por allí.
En el anime hay dos chicas pirradas por el prota: Un zorrón que le trata como a una esterilla y una gimnasta rítmica mas maja que las pesetas, adivinar con cual se queda el tontaco.
Ahora una de tópicos animes que me tienen harto:
Como ya han dicho, las canciones que salen son bastante buenas. Me resulta curioso que el grupo, pese a tener la etiqueta de "indie", sea una amalgama de nu-metal y grunge, los dos únicos géneros que a día de hoy están muertos y enterrados (a falta de que terminen de morir el heavy metal y el punk, en cuanto se disuelvan las bandas clásicas que lo mantienen vivo, ya se llamen Iron Maiden y Metallica o Nofx y Bad Religion). La banda Beck viene a ser la que está llamada a transmitir y cambiar conciencias, a pasar del tema comercial, y es contradictorio cuando la mayoría de sus temas son un bodrio Nirvana total. Las canciones que canta el prota son un pastel terrible, las del Chiba, el Fred Durst japonés, más macarra y menos gilipollas, están todas de puta madre, incluso con alguna reminiscencia punk a la mitad de la serie. Japón, no obstante, musicalmente es muy distinta al resto de países, tiene mucho que ofrecer y muy distinto, y eso se agradece. El tema de la intro de este anime se te queda pegado en la cabeza durante días, pese a ser rollete Green Day, que me repatea, es un temazo como un piano, la verdad. Además ese "hit in américa" quedaría genial con una retrospección de fotos de yihadistas. Atentos los más freaks al capítulo del festival del instituto, en el que uno de los grupos que sale canta la canción "I love love you" del juego Jet Set Radio Future, ahí lo dejo.
En fin, la animación, como ya se ha dicho, muy irregular. Hay otro anime que tiene que ver con música, del gran Watanabe, llamado "Boys on the slope", en el cual cuando los músicos salen tocando, se corresponde nota por nota con lo que suena, y eso es de agradecer. En esta serie a la animación le faltan frames (dibujos por segundo). Cuando el chinorri aporrea la batería da una ostia y suenan 5, por ejemplo, y eso es de una dejadez que termina por repercutir en la intensidad que reflejan los músicos en el escenario. Esto me estuvo repateando toda la serie. Aun así, por el resto me gustó mucho, al tener un estilo bastante maduro, y un colorido diferente, que le da una atmosfera perfecta. Aunque como han dicho, tiene demasiados altibajos.
Las historietas de amor, muy deficientes, restan intensidad a la serie, pero bueno, supongo que hay que meterlas porque si no el productor te tira el guion a la cara.
El tema de que hablar inglés mole mogollón me dejo un poco roto. No sé si será así en Japón, pero se pasan un poquito. Además ponen a todos los angloparlantes de cretinos totales, soltando todo el elenco de tacos posible del que carece el idioma japonés, sin ton ni son. Esto me parece divertido, no obstante. El acento de los dobladores en inglés, se nota nativo pero muy forzado, no se quien coño grabaría eso.
Hay capítulos muy flojos, que incluso me forzaron a dejar esta serie una temporada, pero después gana mucha fuerza, y resulta muy entretenida, todo hay que decirlo. El Kosyuuke o como se llame, típico emo introvertido molón de las series japonesas, un capullo total. Y el bajista, probablemente el mejor personaje de la serie junto con el batería, pasa por la serie como Pedro por su casa, pero sin pena ni gloria.
Los capítulos del festival de verano, tanto en animación como en argumento, dignos de ver, me pareció que le dieron el empujón total a la serie. Al igual que ese espíritu underground que caracteriza a la banda en todo momento de principio a fin, y esas pequeñas puyas al j-pop cutre que tanto se lleva por allí.
En el anime hay dos chicas pirradas por el prota: Un zorrón que le trata como a una esterilla y una gimnasta rítmica mas maja que las pesetas, adivinar con cual se queda el tontaco.
Ahora una de tópicos animes que me tienen harto:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
- El prota y sus secuaces siempre son menores de edad, y van al instituto o al cole, pese a llevar vida de adultos de 25 años (a veces con sexo incluido, y eso que pensaba que en Japón eso era tabú)
- El papá del prota siempre está muerto, o de viaje, pero fue un gran hombre y le quiere mucho.
- El rival del prota siempre es un gilipollas, pero siempre tiene 5 minutos de gloria en los que habla con el prota y le ocurre un trastorno de personalidad, de repente se vuelve inteligente y legal.
- El prota siempre siente admiración hacia un emo tontolava que al menos que seas igual de tonto que él, odiarás con todas tus ganas.
- El prota siempre es víctima del bullying más salvaje y con menos sentido, pero el malo siempre sufre escarmiento.
- El prota es un nerd al que tú también querrás pegar, pero todo cambia cuando coge una guitarra, o se monta en un robot letal (sigue siendo igual de estúpido, pero sus valores de buena persona cambian el mundo)
- La chica siempre es más tonta que las piedras, y se enamora del prota por lo que hace y no realmente por cómo es (no la culpo).
- Los dos protas siempre se pelean, acaban dándole un puñetazo el uno al otro el cual siempre te tira al suelo, pero no te deja marca (en mi pueblo las ostias te dejaban la cara hecha un mapa, y si eran algo serias, una semanita en el hospital, y aquí se pegan como si fueran sacos de boxeo solo para hacer recapacitar al colega).
Por favor, mangakas y guionistas, cuando hagáis una serie que esté basada en el mundo real, dejaros llevar por lo que realmente queréis contar, y quitar estas tonterías. Con 13 años me hacían gracia, ahora me repatean y siempre son iguales.
- El papá del prota siempre está muerto, o de viaje, pero fue un gran hombre y le quiere mucho.
- El rival del prota siempre es un gilipollas, pero siempre tiene 5 minutos de gloria en los que habla con el prota y le ocurre un trastorno de personalidad, de repente se vuelve inteligente y legal.
- El prota siempre siente admiración hacia un emo tontolava que al menos que seas igual de tonto que él, odiarás con todas tus ganas.
- El prota siempre es víctima del bullying más salvaje y con menos sentido, pero el malo siempre sufre escarmiento.
- El prota es un nerd al que tú también querrás pegar, pero todo cambia cuando coge una guitarra, o se monta en un robot letal (sigue siendo igual de estúpido, pero sus valores de buena persona cambian el mundo)
- La chica siempre es más tonta que las piedras, y se enamora del prota por lo que hace y no realmente por cómo es (no la culpo).
- Los dos protas siempre se pelean, acaban dándole un puñetazo el uno al otro el cual siempre te tira al suelo, pero no te deja marca (en mi pueblo las ostias te dejaban la cara hecha un mapa, y si eran algo serias, una semanita en el hospital, y aquí se pegan como si fueran sacos de boxeo solo para hacer recapacitar al colega).
Por favor, mangakas y guionistas, cuando hagáis una serie que esté basada en el mundo real, dejaros llevar por lo que realmente queréis contar, y quitar estas tonterías. Con 13 años me hacían gracia, ahora me repatean y siempre son iguales.