Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Fascinoscopio:
6
Ciencia ficción. Acción. Aventuras Año 2024. Cuando el joven Thomas despierta, se encuentra en un ascensor y no recuerda quién es. De pronto, el ascensor se detiene, las puertas se abren y una multitud de chicos lo recibe. Ha llegado al Claro, un lugar rodeado de altísimos muros con dos portones que todas las mañanas se abren y dan paso a un inmenso laberinto. De noche, las puertas se cierran y por el laberinto circulan unas aterradoras criaturas llamadas laceradores. ... [+]
19 de septiembre de 2014
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Dashner se encarga de guionizar su propia novela, otro fenómeno súper ventas de protagonista adolescente que se rebela contra el orden establecido en busca de la libertad, del que ya hemos tenido ejemplos más sólidos. Todos ellos persiguen el éxito alcanzado por la franquicia Los juegos del hambre. La dirección ha recaído en Wes Ball, que ha confesado en algunas entrevistas haberse inspirado en fuentes como Perdidos, El señor de las moscas y Alien. Para ello ha contado con la ayuda de un productor, Marty Bowen, que ya había trabajo en la saga juvenil Crepúsculo. El reparto cuenta también con experiencia en este tipo de productos: Dylan O’Brien es conocido por su papel en la serie televisiva Teen Wolf, Will Poulter intervino en las películas basadas en las Crónicas de Narnia y Thomas Brodie-Sangster es uno de los actores de la elogiada serie Juego de Tronos.

El argumento es sencillo: Thomas (Dylan O’Brien) llega a un campamento en mitad de un pequeño bosque sin ningún recuerdo previo, ni siquiera su nombre. Alby (Aml Ameen) lidera el grupo de muchachos que, igual que Thomas, han acabado allí. Todos ellos se encuentran rodeados por un gigantesco laberinto en el que aguardan unas terribles criaturas que significan la muerte para todo aquel que se cruza con ellas. Thomas comprende que sólo arriesgándose a entrar en el laberinto tendrán la oportunidad de escapar.

El planteamiento, bastante simple pero interesante, funciona perfectamente. La interpretación (sin alardes) y el guion (sin florituras y apoyado en estereotipos) logran establecer en poco tiempo el perfil de cada personaje y se lanza a la acción in crescendo envuelta en el misterio. La llegada de una chica (Kaya Scodelario), la única enviada al laberinto, sirve de pistoletazo para que la película apriete el acelerador (la conocida técnica de la cuenta final). Por desgracia el desenlace, que ha de rendirse a la necesidad de continuar la trama en próximas entregas, cae en una explicación inverosímil, que defrauda incluso al menos exigente de los espectadores.

Para fans de Los juegos del hambre o Divergente que se conformen con un sucedáneo más flojo.

Publicado en blog www.fascinoscopio.com
Fascinoscopio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow