Siguiendo la línea iniciada con P. Tinto, este Fesser vuelve a hacer una película totalmente boba.

Este caso es aún más sangrante, pues a base de constantes chillidos y tomas estrambóticas, destroza los recuerdos infantiles de muchas personas.

Por supuesto fue un gran éxito comercial, muy en la línea de las genialidades de enorme éxito –airbags, torrentes, isidisis y demás bazofia- que nos ofrece el cine patrio de la última época.

Lo único aspecto bueno es que consiguieron encontrar al auténtico Mortadelo (increíble). Pepe Viyuela tan histriónico e insoportable como siempre.

Recomiendo no ver esta película a los amantes de Mortadela y Filemón.