Qué lejos queda el filme de Hathaway, con John Wayne en plena forma, y cuando el género del Western era de los más apreciados; en la década de los 70 asistiríamos a su ocaso definitivo, siendo las siguientes décadas territorio casi vedado, escasos son los casos de westerns memorables en los siguientes años.

"Valor de ley" es un western que trata de hacer justicia al denostado género, es difícil apreciar que se trate de un film "made in Coen" en principio, los rasgos que suelen acompañar a sus películas en este caso son mucho más sutiles que en anteriores obras, pero hasta llegar a cierto punto en la película, donde llegan a desatarse en su estilo más visceral, quizás conscientes del giro que debería dar el filme para no caer en el tedio, a pesar de Mattie y su loable oratoria. Eso sí, resulta un punto de enorme originalidad pues normalmente los niños siempre han tenido que relegarse a un papel secundario, o ser un incordio si en algún momento adquirían mayor relevancia.

El film en sí, una espléndida aventura en el que se analiza el comportamiento humano ante las situaciones que se presentan, cómo lo resuelven mediante el diálogo unos y mediante las balas otros; lejos de aquellas películas de "pistoleros" en las que la violencia es la única excusa para desenfundar los revólveres; no, esta trama es mucho más profunda y disfrutable por toda la familia, pues aporta estimables valores.

Aunque al principio pueda parecer tremendamente lenta, como aquellos tediosos telefilmes del fin de semana, luego adquiere un ritmo que sin llegar a trepidante, deja un agradable sabor de boca; en la primera parte quizás los diálogos de la pequeña Mattie (pequeña en cuanto a edad, puesto que en lo referente a madurez mental arrasa con cualquiera) son el punto de interés más evidente. Por cierto, magnífica interpretación la de Hailee Steinfeld, supongo que la veremos próximamente en más filmes. La película gana bastantes enteros cuando aparece en escena Bridges, y su notable papel, siendo prácticamente el reverso de todo aquello en lo que cree Mattie; (algunas escenas de Rooster son memorables). Al resto quizás se les podría haber sacado más partido, aunque aportan variedad a la trama, pero no se encuentran al nivel de los protagonistas principales.

El film contiene unas preciosas postales de territorios salvajes, realzadas por la calidad de la fotografía, y los temas musicales dispuestos para la ocasión, en este sentido el espectador disfrutará de las peripecias de sus protagonistas mientras se integran en espléndidos paisajes, con agradables sinfonías siempre acordes con aquello que aparece en pantalla.

Un film algo diferente al estilo de los Coen, disfrutable por todos y muy estimable en cada uno de sus matices y pasajes, que nos hará olvidar aquellos western sangrientos donde se imponía el idioma de las balas, antes que el del diálogo.