Adventureland, bonita sorpresa. Adventureland es una película americana sobre adolescentes que no sigue los postulados de las típicas comedias sobre adolescentes al uso. Uno puede escarmentarse tras ver mil y un ejemplos de películas de este tipo, de las que dan vergüenza ajena y más cosas, pero en este caso primero el director, Greg (Supersalidos) Mottola, y luego la trama y sobre todo la forma de contarla le dan a Adventureland” calificativos positivos como el que he dicho al principio de esta crítica.

La trama: un adolescente medio (pero con inquietudes culturales) debe pagarse una soñada estancia en Europa porque el grifo de sus padres (papá degradado en el trabajo, en concreto) se ha cerrado. Así, le quedan pocas opciones más que el parque de atracciones de su pueblo, parque que se llama precisamente Adventureland. En él conocerá el amor, compañeros variopintos y lo ingrato que resulta ganarse el pan. No faltarán los momentos para que se lo pase, en definitiva, pipa. Un dato importante: la película está ambientada en 1987.

Y es un acierto. Juega a favor de ello la nostalgia de un tiempo ya pasado o la juventud, visto así, ya perdida (hoy los adolescentes de la película tendrán hijos también ya adolescentes). En ese sentido tiene un papel importante el director Mottola, también guionista de la historia, quien podría haber introducido aspectos más que evidentes de su propia vida juvenil. La película suena a autobiográfica.

Mottola sorprendió a todos con la no tan mala Supersalidos, al hacer una película que podría haber sido otra película americana sobre adolescentes y que resultó una entretenida gamberrada con personajes difíciles de olvidar. En esta ocasión le sale una película todavía mejor, más cuidada si se quiere, mejor rodada, con mayor empaque y jugando, como he dicho, con la nostalgia (bonita banda sonora, por cierto). La visión del adolescente medio no sale tan mal parada, aunque tópicos y estereotipos no dejan de aparecer, pero sin caer en la bufa fácil o el chiste que hace sonrojar. Podría decirse que Mottola juega con esos típicos tópicos para darle la vuelta a ese otro tipo de películas (ya lo hizo en Supersalidos).

Te identificas muy fácil con el chaval protagonista, te caen también los otros chicos bastante bien, les “comprendes” en sus cuitas (quién no a esas edades ha pasado por momentos amorosos y nocturnos parecidos). No es una película de la factoría Appatow (Virgen a los 40, Lío embarazoso o la propia Supersalidos”) pero es una película muy maja y que sorprende gratamente (o provoca el efecto contrario) a quien se espera una más de “tetas y culos” juveniles. Sí que es una película recomendable.