Una niña dominicana atraviesa una puerta mágica y termina en, no en Narnia, sino en otro mundo mágico lleno de brujas y demonios (¡No se alarmen! Estos “demonios” no son demoniacos, sino una raza de monstruos como los de Star vs Las Fuerzas del Mal, solo que con diseños aun más extraños) donde encontrara refugio con una bruja con una maldición y un pokemon, y aprenderá sobre la amistad, el amor, la importancia del trabajo y como convertirse en una bruja.

Simpática serie que es muy adecuada para niños pero que también puede interesar a mayores por su humor y las tramas y por los misterios relacionados con el pasado de algunos personajes como Eda y el emperador, los personajes en general caen bien, en especial Luz, la excéntrica y fantasiosa protagonista (que si no me equivoco ha sido confirmada con tener déficit atencional) y King, el pokemon –se que no es un pokemon- obsesionado con conquistar territorios y dirigir ejércitos, pero que resulta adorable por el contraste entre sus agresivas palabras y su aspecto. También hay una escuela de magia que es como un montón de otras escuelas de magia en otras obras fantásticas, pero aprovechan de hacer chistes a costa de Harry Potter y los clichés sobre las escuelas de magia.

La serie también tiene momentos oscuros y tristes, lo que le da más profundidad a su historia, y mención aparte merece el cómo tocan un tema que hoy en día sigue siendo muy controversial y que provoca quejas de los padres, o al menos de algunos padres –pero parece que cada vez menos y eso es algo positivo- pero que la serie desarrolla con tiempo, en especial en la segunda temporada, y de forma natural y tan tierna que nadie debería sentirse indignado por este tema.*