El cine vasco ha encontrado un camino, mas que esperanzador, adentrándose en la relación entre costumbrismo y las leyendas que pueblan su cultura. Películas como; AKELARRE, LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI, EL GUARDIAN DEL BOSQUE y OBABA entre otras, son mas que notables esfuerzos para adentrarse en los secretos y costumbres de una cultura milenaria que tiene en su mitología una herramienta poderosísima para asombrar al publico de cualquier sala de cine.

HANDIA muestra una factura técnica impecable, con una recreación estupenda del caserío de Altzo en las convulsas guerras carlistas de finales del siglo diecinueve. Es en ésta parte de la película, en mi opinión, donde mejor discurre la trama y donde mayor peso dramático tiene ésta cinta, cuando se centra en las relaciones entre los miembros de la familia Eleizegi y su entorno.

A partir de aquí y cuando se inicia la gira para mostrar al mundo al gigante y poder saldar las deudas de la familia, la historia pasa a ser algo rocamblesca y no acaba de ser convincente, quizás por un excesivo interés por parte de sus realizadores de querer complacer a un publico diverso o porque la película avanza y queda mucho que contar., el caso es que en ésta segunda parte, ANDIYA, pierde fuelle y se muestra algo complaciente con su propia historia.

Con todo estamos ante una película digna e indudablemente hecha con mucho cariño y que adquiere una dimensión auténtica, si se ve en versión original con un estupendo trabajo en euskera y con subtítulos.