Atípico western inscrito en la corriente ecologista de finales de los 60' y la década de los 70' (en línea de películas como "Un hombre llamado caballo" -1969 Elliot Silverstein- y "Derzu Uzala" -1976 Akira Kurosawa-), "Las aventuras de Jeremías Johnson" fue una obra arriesgada y lírica que supuso una de las cimas en las carreras de su director (Sydney Pollack) y su protagonista (Robert Redford) donde se retrataba la interacción de nuestra especie con la naturaleza y la aplastante lógica que la cultura del hombre blanco aplica allí donde se extienden sus dominios.

Rodada con una exquisita sobriedad y belleza cuenta la historia de Jeremías, un trampero siempre al límite de la supervivencia, en un mundo virgen y salvaje en el tiene que ganarse su sitio y que va llevándole a entender su relación con el entorno (roto con la llegada del hombre blanco) o caer en la más pura incomunicación y soledad.

Fue el primer western de la historia en inaugurar el Festival de Cannes. Pasó por numerosos problemas de financiación (que obligaron, entre otras cosas, a improvisar el reparto de secundarios, rodar en los terrenos del propio Redford, usar como vestuario ropas compradas en mercadillos, e incluso suprimir el catering). Pero consiguió su objetivo: rendir homenaje a las tribus indias que habitaron esos territorio e identificarnos con su lucha por preservar la naturaleza.

"Las aventuras de Jeremías Johnson" es ante todo un canto a la libertad, la tolerancia y la razón. Un canto al esfuerzo que nos lleva a ser nobles en un mundo innoble, dignos en un mundo indigno, libres en un mundo cautivo, honrados en un mundo corrupto y cuerdos en un mundo de locos.

Nota: 5 años después, en 1977, la particular visión del western que fue Jeremias Johnson dio origen a uno de los mejores cómics que se hayan publicado "KEN PARKER" (incomprensiblemente inéditos en castellano, salvo los primeros 17 números y algún que otro encuadernado en cartoné -y son más de 100 números-). Publicado en Italia, con textos de Giancarlo Berardi y dibujos de Ivo Milazzo (que dota a Ken de los rasgos de Robert Redford), "Ken Parker", el cómic, sigue los pasos de su modelo sorprendiendo por su profundidad y especial óptica a la hora de desarrollar temas como la violencia, el racismo, la explotación o la búsqueda de las eternas preguntas humanas.