El llamado cine indie viene a representar aquella parte de la cinematografía estadounidense donde el proceso creativo no está del todo sometido a las presiones económicas de la todopoderosa industria hollywoodiense, ni a tener que propagar los dogmas y valores (la endoculturización) de la estructura social de aquel país. En él se refugian esas historias que por su frescura ética, o su cuestionamiento (no siempre) de las estructuras que sostienen la moralidad de la clase media, no encajan en el discurso al que nos tiene acostumbrados los grandes estudios. "Los chicos están bien", en este sentido, supone una indagación en el modelo imperante de familia estándar, asumiendo que la familia, lejos de ser una institución monolítica, es una agrupación de individuos adaptable a los diversos entornos sociales y siempre en movimiento (confrontando los clichés de la familia heterosexual y cristiana que suelen mostrar como única, normal y viable).

Pero este es sólo el trasfondo en el que se va a desarrollar la comedia. Huyendo de sermones y debates sesudos (algo que muchos siempre esperan) Lisa Cholodenco, directora y guionista, opta por revelarnos una realidad (ella misma es lesbiana y madre por donación de esperma) tan plausible que desarma la falacia moral defendida por los salvadores de la virtud, afrontando con naturalidad el desarrollo de unos personajes que se debaten entre impulsos, proyecciones, prejuicios, manías, conciencia e inconsciencia como lo haría cualquiera de nosotr@s, logrando que su resultado sepa a verdad y conecte inmediatamente con el espetador. Es un provocador territorio en el que la directora se mueve con soltura ("La calle de las tentaciones", 2002) recordándonos en su tono y discurso algunas obras del maestro Wilder (en particular "Bésame tonto", 1964, y "¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?", 1972), dejándonos un poso final agridulce (que no todos compartiremos) en el que han pasado muchas cosas dónde aparentemente todo queda como estaba.

Es una pena que no haya querido ir más allá y llevar la trama a senderos más turbadores para las mentalidades liberal/burguesas, americanas, claro.