Película extraña, dura y demasiado cruel, a mi juicio sobrevalorada lo que me lleva a decir que es un sacrilegio compararla con Los perros de paja. La trama se sitúa en un pueblo costero de Italia en donde tiene un negocio de peluquería canina un pequeño (en todos los sentidos) hombre común que solo vive para su hija y los animales. Así con algunos amigos del barrio transcurre su opaca vida hasta que comienza a relacionarse con un matón local que lo lleva al limite en todos sus aspectos. Los actores están correctos cada uno mostrando sus desgracias personales pero nada más, tampoco son Gassman, cumplen y punto. A decir verdad en partes me aburrió, solo rescato ese final quizá inusual en este tipo de películas que me pareció distinto y bueno.