Hacía mucho tiempo que no me emocionaba tanto con una película y menos hasta las lágrimas. Confieso que he llorado con esta historia tan bien contada, cuya puesta en escena es soberbia y tiene unas interpretaciones absolutamente impresionantes.

Para mi pasmo al terminar la película el público se ha puesto a aplaudir espontáneamente en el cine.

Creo que a ellas les habría gustado ese pequeño homenaje. Creo que habrían sonreído al ver que su lucha encontraba casi un siglo después la comprensión, el apoyo, el respeto y la admiración de una sociedad que sin embargo tanto las maltrató en aquellos momentos.

La lucha, no obstante, no ha terminado todavía y al final de la película se puede leer.

Una obra muy buena, sí señor.