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Voto de Ziryab:
3
7,8
21.964
Intriga. Thriller. Cine negro
Inspirada en la novela homónima de Patricia Higsmith. Durante un viaje en tren, Guy, un joven campeón de tenis (Farley Granger), es abordado por Bruno (Walker), un joven que conoce su vida y milagros a través de la prensa y que, inesperadamente, le propone un doble asesinato, pero intercambiando las víctimas con el fin de garantizarse recíprocamente la impunidad. Así podrían resolver sus respectivos problemas: él suprimiría a la mujer ... [+]
25 de abril de 2015
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay cosas cabreantes que, en vez de cabrearme, me producen tristeza porque me hacen perder la fe. Entrar en FilmAffinity para comprobar la nota que tiene “Extraños en un tren” y encontrarme con que se le endosa casi un 8 me produce tanta perplejidad como tristeza, y me tienta de perder la fe en esta página. Y esta vez lo tengo claro: no soy yo. “Extraños en un tren” es mala hasta decir basta. Y que no me venga nadie con el cuento del traje del emperador: ¡aquí no hay traje alguno, señores!
Tiene una magnífica fotografía en blanco y negro y algunas imágenes extraordinarias que revelan el poderío de Hicthcok tras el objetivo de la cámara (el asesinato reflejado en el cristal de una gafas caídas entre la hierba, el personaje que huye a rastras entre las patas de los caballos de un tiovivo en movimiento, el personaje que se arrastra bajo el suelo en movimiento de ese mismo tiovivo…), pero, más allá de eso, la intriga de esta película es un truño: está construida mediante una sucesión infame de escenas impostadas carentes del más mínimo crédito, sin sentido, sin lógica alguna. En ese aspecto, ¡no hay por donde coger la película! ¡Es inverosímil e improbable desde el principio! Y además roza el ridículo más irrisorio en algunas escenas.
No. No me vale que esté firmada por Hitchcok. No me vale su envoltorio técnico y artístico. Si me quieres contar una buena historia, no puedes destrozarla alegremente y escudarte en la maestría de sus aspectos técnicos. Para eso ponte a hacer un video musical y no engañas a nadie. Si la ecuación de una buena película es A + B = C, no puedes obviar uno de los dos sumandos por muy completo que sea el otro. Para mí eso es querérmela dar con queso.
Tiene una magnífica fotografía en blanco y negro y algunas imágenes extraordinarias que revelan el poderío de Hicthcok tras el objetivo de la cámara (el asesinato reflejado en el cristal de una gafas caídas entre la hierba, el personaje que huye a rastras entre las patas de los caballos de un tiovivo en movimiento, el personaje que se arrastra bajo el suelo en movimiento de ese mismo tiovivo…), pero, más allá de eso, la intriga de esta película es un truño: está construida mediante una sucesión infame de escenas impostadas carentes del más mínimo crédito, sin sentido, sin lógica alguna. En ese aspecto, ¡no hay por donde coger la película! ¡Es inverosímil e improbable desde el principio! Y además roza el ridículo más irrisorio en algunas escenas.
No. No me vale que esté firmada por Hitchcok. No me vale su envoltorio técnico y artístico. Si me quieres contar una buena historia, no puedes destrozarla alegremente y escudarte en la maestría de sus aspectos técnicos. Para eso ponte a hacer un video musical y no engañas a nadie. Si la ecuación de una buena película es A + B = C, no puedes obviar uno de los dos sumandos por muy completo que sea el otro. Para mí eso es querérmela dar con queso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Nadie se ha dado cuenta cómo “vuela” al final protagonista agarrado a las barras del tiovivo por el impulso del tiovivo sin control? ¡Señor, ¿a qué velocidad puede llegarse a poner un tiovivo?! Jajaja ¿Y la alegría con la que la policía dispara sin ton ni son sobre el tiovivo lleno de niños? ¡Poco pasa al cargarse sólo al inocente dueño de la atracción y provocar el consiguiente estropicio en el cacharro! ¡Es que no daba crédito a lo que veía! ¡Con policías así no hacen falta terroristas! ¿Y a causa de qué muere el asesino de pronto? ¿Por qué está tan malherido? ¿Es el único que ha causado el impacto final del tiovivo? ¿Y la manera en que de pronto un transeúnte reconoce con certeza al asesino? ¿Por qué? ¿Porque estuvo en la feria el mismo día del asesinato nada más? Más cosas: si el principal sospechoso del crimen sólo puede ser el tenista desde el principio, ¿por qué éste se deja convencer por el asesino de que no le denuncie con el argumento de que, si lo hace, parecerá él mismo el principal sospechoso? ¿Cómo consigue el asesino tantos teléfonos y tantas direcciones sin costarle el menor esfuerzo? ¿Cómo puede ser tan descuidado el tenista para contar tantas cosas de su vida privada a un desconocido, siendo encima una persona famosa? ¿No le leyeron nunca el cuento de Caperucita Roja? ¿Y qué me decís del gadgetobrazo del asesino para coger el mechero –al que llama, por cierto, pitillera– que se le cae en la alcantarilla? ¿Y del mogollón de gente que se agolpa de pronto para verlo? (Yo también lo haría si viera a un sujeto estirar el brazo de ese modo en plan Flash Gordon)… ¿Por qué le pide a esta gente ayuda desesperadamente para que le ayuden? ¿Qué quiere? ¿Que le empujen? ¿Que le levante en brazos? ¡Jajaja! Puedo seguir pero no merece la pena, la verdad… Y eso por no hablar de la forma en que estas películas premian con tanta falta de complejos a protagonistas de dudosa moralidad: a ver, ¿el tenista no se convierte en cómplice del asesinato desde el mismo momento en que se lo comunica el asesino y decide no sólo no denunciarlo sino obstruir la acción de la justicia? ¿A qué viene entonces ese happy end como si fiera un pobre inocente? ¡Ay, Señor, Señor!