La forma del agua es una película cuidada hasta el más mínimo detalle, aspecto que no debería sorprender conociendo el mimo que Guillermo del Toro pone en cada uno de sus trabajos.

El guion no es el más original, pero cumple con su objetivo de involucrarnos en la historia y hacer que nos emocione (por lo menos conmigo lo logró durante todo el metraje), existen algunas situaciones poco creíbles dentro de la misma ficción que no parecen tener sentido, pero a pesar de estas fallas la película consigue ser muy disfrutable.

Las actuaciones son sólidas, destacando en mi humilde opinión la magnífica interpretación de Mishael Shanon, que crece a medida que se desarrolla el argumento, dejándonos unas escenas memorables sobre todo en la última parte de la película. A día de hoy sigo sin creer como no ha sido nominado para los Oscar 2018 como mejor actor de reparto.

Pero sin duda el mejor apartado de La forma del agua es su diseño de producción. Los escenarios están construidos a la perfección, la recreación de la época, los colores y la criatura. Todo se mezcla perfectamente para mostrarte un entorno que solo Guillermo del toro es capaz de conjugar, sin importar la temática.

como toda película, La forma del agua tiene sus fallos, pero es impensable poner en duda que es buen cine, creado con meticulosidad e inteligencia.

Lo bueno:
- La dirección de del Toro está en un altísimo nivel. Oscar casi seguro.
- El personaje de Michael Shanon.
- La ambientación el diseño de producción.
- El final está bastante bien resuelto.
- El diseño de la criatura es impresionante, en la linea que nos tiene acostumbrados el director.

Pudo ser mejor:
- El tratamiento dado a la criatura a nivel argumental, pudo tener más escenas que resaltaran su presencia en la película.
- La relación de la protagonista con la criatura en ocasiones avanza de manera muy veloz.