El hecho de estar rodada en un excelente blanco y negro que nos traslada a películas de aquella época y la temática tan específica a que se refiere, desde mi punto de vista no es una película dirigida al gran público sino a cinéfilos o grandes aficionados y seguidores de la historia del cine por las numerosas referencias a nombres y datos que pueden resultar un tanto engorrosas para su plena comprensión. A pesar de lo cual, me parece una película muy interesante y clarificadora en cuanto al modo en que se actuaba en la meca del cine en plena depresión, sin llegar a compartir del todo la opinión muy respetable de algunos críticos que ya la consideran una de las tres o cuatro obras maestras de este año junto a Roma o El irlandés.

Así, Carlos Boyero, reconocido crítico, afirmaba en el programa La ventana de la cadena Ser que la había visto dos veces en la gran pantalla e iba a repetir una vez más (sin comentarios) pues aún respetando mucho a este crítico, no llego a tanto y considero además, que a no ser por el poder económico de NETFLIX y su búsqueda de reconocimiento y prestigio en certámenes internacionales, unido a las circunstancias por las que atravesamos de carencia del mercado de taquilla, quizá seguiría en un cajón esperando una oportunidad para ver la luz.