Cuidado que lo siento por los admiradores de Richard Linklater, que son más de los que parecen pero no sería justo si no digo que este bodriete es poco menos que intragable.

Entiendo que muchos adolescentes son así e incluso peores -nosotros mismos (casi) lo fuimos- pero esta sandez tiene tan poca clase y tan diminuto gusto que te planteas varias cosas:

A.) Que sí, que Estados Unidos es el país de las oportunidades, sólo así se explica que directores tan flojos que hacen películas tan mediocres puedan volver a ser financiados una y otra vez.

B.) Que porque no se inventa una vacuna contra la estupidez de los adolescentes y así poder tener más dinero para otros recursos y necesidades que no sea la educación de estos cavernícolas que tanto problemas dan a las sociedades desarrolladas.

C.) Que como teniendo alguien más de 30 años -realmente más de 18- puede parecerle este peñazo una obra maestra si no es porque consume al menos tantos psicoactivos como los protagonistas.

D.) Y por último, que como siendo el verdadero genio de estas películas el encargado del marketing y publicidad sigamos sin conocer su nombre y sí el de unos pésimos actores o el del lamentable director. No es justo.

Más y mejor para la próxima.