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Voto de irian hallstatt:
10
Thriller. Intriga Oh Dae-su es un hombre de negocios coreano que un día es secuestrado y confinado durante años en una celda en la que sólo hay una televisión. Y, sin embargo, ignora por qué razón está allí... Segunda parte de la "trilogía de la venganza" de Park Chan-wook. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2007
314 de 398 usuarios han encontrado esta crítica útil
* “Oldboy” es brutal, y brutalmente honesta por fiel a si misma, porque no creo que Park Chan-Wook se haya cortado un pelo a la hora de proyectar en su película aquello que le rondaba por la mente, iluminada bien por una idea rompedora, bien por una salvaje intuición. De la cabeza de Park Chan-Wook a tus ojos y mente, sin filtros ni intermediarios.


* Como su compatriota Joon-ho Bong, Park Chan-Wook también mezcla géneros con una soltura y una coherencia que asusta, si bien es cierto que en “Oldboy”, al menos tal y como yo vivencio la película, el desgarrador drama psicológico cobra tal dimensión según avanza la historia, que las invitaciones del film a la comedia, la acción, el thriller, etc, acaban arrinconadas ante un relato de crueldad, extravío y naufragio psico-emocional tremebundo y desafiante.



Cuando acaba su encierro andamos ya noqueados. Quien llegaría a pensar que a partir de ahí no iban a hacer más que aturdirnos sin tregua, con tesón y verdadera dedicación…
Llegados a este punto, digamos, la liberación de Dae-su Oh, Park Chan-Wook nos ha dado ya unas cuantas lecciones, regalado varias escenas fabulosas, y propinado algún que otro garrotazo; pero es que la clase magistral continua, y aún no hemos visto nada.
“Persona encerrada y atormentada sin motivo aparente busca venganza”. La alusión a “El Conde de Montecristo” nos lleva a pensar en derroteros habituales, y anticipamos el desarrollo que seguirá la película. Los que no hayan leído a Dumas rescatarán de su memoria imágenes de films como “Kill Bill”, “Lady Snowblood”, o cualquier otra historia en plan “me vengo porque yo lo valgo”. Pero nada más lejos; Park Chan-Wook nos pierde a propósito, y pasado un rato desde la liberación del protagonista, el punto donde nos encontremos será el más lejano a donde arribarán nuestros augurios, o al menos lo fue para mi, pues el desarrollo posterior de la historia me dejo patitieso.
Con lo visto hasta ese momento, y aún no hemos siquiera rozado la pesadilla que se avecina.
La película seguirá haciendo puntuales escarceos en diferentes géneros, pero nuestra caída en la espiral de sadismo y lobreguez psicológica que es “Oldboy” se irá haciendo más y más violenta y lacerante. Hasta un final de quitarse el sombrero y marcarte unos cabezazos, a ver si así te sacas esta película de la cabeza.
irian hallstatt
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