Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · capital federal
Voto de gonzafer85:
5
Western Sergio, un director de cine español, está obsesionado con hacer un western. Debido al rechazo constante de diferentes productores decide partir hacía el Norte de Chile a buscar la inspiración necesaria para reescribir el guión que siempre soñó. Al llegar al desierto de Atacama (el más árido del mundo) es confundido con Diego. Pero, Sergio no sabe del pasado criminal de este y de las relaciones secretas que mantenía con la esposa del ... [+]
19 de septiembre de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Además de tratarse de una rareza, un western en el desierto de Atacama, “Sal” presenta como atractivo una cierta complejidad narrativa/enunciativa y distintos niveles de lectura.

En un primer nivel tenemos el contexto en el cual Diego Rougier, realizador argentino radicado en Chile, tal vez movido por la nostalgia y su amor por los films del lejano oeste, logra rodar en el desierto chileno un género casi sin antecedentes en la región y prácticamente extinto a nivel mundial. Rougier dirigió varios cortometrajes y es conocido en Chile por llevar a la TV las series “Tiempo final”, “La niñera” y “Casados con hijos”.

“La gente de cine tiene esas locuras. Un director argentino radicado en Chile se obsesiona por hacer un western en medio del desierto de Atacama. Tarda años, pero logra entusiasmar a dos productores. Y hace su western, donde un director español se obsesiona por hacer un western en medio del desierto de Atacama. El argentino es Diego Rougier… el español es un personaje de ficción” (Paraná Sendrós, Ámbito Financiero). Así, metatextualmente (“cine dentro del cine”), se relaciona aquel primer nivel con un segundo nivel (ya dentro de la ficción), donde un director de cine español llamado Sergio es confundido con otra persona (¡un personaje llamado Diego!), quien resulta enemigo íntimo de Víctor, un temible villano del desierto más árido del mundo, con quien compartía una mujer.

Otro nivel es el de la sátira y las remisiones, no sólo del mundo de los guionistas y directores (sin renombre) que van golpeando puertas y rogando a los productores, sino de los propios códigos, clichés y estructuras del western de hollywood (John Ford) y del spaghetti western (Leone). La interacción entre estos niveles es muy interesante porque Sergio, acusado de no haber vivido lo suficiente para escribir un buen guión, va escribiendo su película a medida que se convierte en uno de sus personajes, real e imaginariamente. Rougier diferencia estéticamente el mundo “real” y el “imaginario” de Sergio, aunque (por suerte) siempre mantiene la incomodidad de esos diferentes niveles entrelazados.

Su condición de rareza y metatexto le permite contar con un cierto “plus” a la hora de ser analizada y calificada por cierta crítica que siempre agradece algo distinto, a la vez que las instituciones de cine también agradecen ser homenajeadas (ejemplos de este “plus” son los que recibieron “Hugo” o “El Artista”, salvando las distancias). El público, por su parte, tal vez se encuentre con un western algo forzado, en algunas partes aburrido por cierto regodeo estético de su director, un poco de humor y posiblemente demasiado extenso.

Lee más en www.quecinemirar.blogspot.com
gonzafer85
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow