Si hubiera visto esta película de niño, seguro sería una de mis favoritas. Todos estos personajes, sobre todos los más resonados, hacen parte de un universo en el que crecimos y amamos el cine de acción. Aquí la violencia es aún mayor y, por tanto, la emoción puede sentirse también en un mejor tono. Sin embargo, ya no soy un niño, y Jesús solo dijo "Sed como los niños", no "sed niño", que es muy distinto.
Agrada ver a Jean Claude Van Damme y a Scott Adkins en la ropa de antagonistas. Les quedó perfecto. Lástima que las intervenciones de Bruce Willis y de Swarzenegger sea tan breve y que Chuck Norris aparezca a la manera del Deus ex Machina que no se sabe de qué va ni para qué, aunque mate aun centenar con sus armas.
La película es un divertimento. No es más, tampoco es menos, porque Simon West se las ha arreglado para que cada escena, desde el primer segundo de la historia tenga un nivel de acción muy atractivo para muchos, macabro para otros e interesante para una mayoría.