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España España · Barcelona
Voto de Arcade:
6
Comedia. Drama Un destacado cocinero se ve convertido en el Rey de la Cocina en la cárcel... El mundo se compone de los que comen y los que son comidos. Raimundo Nonato, el protagonista, ha encontrado una vía alternativa: se dedica a cocinar. Primero cocina en el bar, luego en un restaurante italiano y, anualmente, en la cárcel. Pero, ¿cómo es que terminó en la cárcel? Raimundo cocina mientras aprende a defenderse y descubre una serie de normas que ... [+]
8 de marzo de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mediocres, egoístas, torpes, tontos en definitiva… así podrían definirse todos los personajes que deambulan por Estómago, ganadora de la última edición de la Seminci de Valladolid. Y es que ante todo, este es un film sobre la cutrez del mundo y las personas que en su ignorancia, necesitan constantemente sentirse por encima de los demás para creerse felices, o al menos más seguros de sí mismos.

Existen bastantes películas con la cocina como fondo (se me ocurre ahora mismo la inusual Como Agua Para Chocolate), donde el placer de los alimentos y la buena gastronomía son casi un personaje más en la historia. En Estómago, la cocina no es ni sofisticada ni redentora, sino más bien un listado de viejos trucos de abuela, que en manos del inocente Nonato, alias Romero, se convierten en puras herramientas de supervivencia, en un entorno en el que unos y otros tienen demasiadas pocas luces. Precisamente por eso, el escaso saber de Nonato es su tabla de salvación a la que se agarra como a un clavo ardiendo, pero cuyos beneficios le satisfacen sólo porque son tan humildes como él, mientras que al otro lado de la pantalla nos despiertan tierna compasión.

El director retrata un mundo de tontos en el que caben muchas cuestiones, aunque todas giran entorno a la soledad y el egoísmo como única forma de no ser aplastado por el resto. Sutil crítica social, nada demagógica, que comienza con algunos buenos toques de humor bastante acertados, y que sin embargo termina haciéndose truculenta en exceso. Todo ello, aderezado con una buena dirección de actores, un lenguaje muy directo y realista, fotografiado con aparente improvisación, y algunos ocurrentes recursos de montaje, incluso cómicos, como los planos gastronómicos, más propios de un spot publicitario, con la cámara lenta y una música sensual y provocativa cargada de crítica que hace sonreír. En su tramo final al director le tiembla levemente el pulso y parte de ritmo y frescura del inicio se desvanecen, con secuencias un pelín largas que conforme avanza la trama pueden empachar un poco sin hacerse nunca aburridas. Nada que le reste méritos al film. Un plato recomendable, agridulce, y con ingredientes de buena calidad.
Arcade
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