Podemos aplicarle todos los calificativos despectivos que queramos y probablemente tengamos razón, pero Funny Games es ir un paso más allá de lo que fue la Nartanja Mecánica, que podría ser considerada la obra magna de la violencia en el cine.
¿Cuál es el problema? que aquí no hablan dialectos, no alteran el ritmo para crear contrastes, aquí casi todo es real o podría serlo.
La violencia es absurda, tanto la real como la de Funny Games, igual de absurdo que recibir una paliza en un bar por rozar a alguien; igual de absurda que asesinar a tu mujer por querer separarse; igual de absurda que todas las violaciones y crímenes; igual de absurdo que la prensa amarilla española, ¿o es que acaso eso no es violencia?
Es desagradable que saquen tus miserias humanas y te las pongan en la cara sin ningún pudor, pues la verdad duele, pero es así, estamos inmunizados a la violencia.
Vivimos en una sociedad violenta, nos guste o no, entonces por qué criticar a Hanneke por recordarnos lo que existe.
Por si alguien lo desconoce Haneke no se ha inventado nada, pues en Francia han ocurrido casos similares.
Asesinos Natos es mucho más violenta pero no ha levantado tantas ampollas, ¿es qué el hecho de tener traumas infantiles justifica la violencia o en su defecto, la hace menos deplorable?
Admito que los 10 minutos del famoso plano secuencia puedan ser algo excesivos, pero si nos molesta o no podemos soportarlo apaguemos el video o salgamos de la sala de cine, pero no hagamos un ejercicio de hipocresia cuando el desenlace de la historia no es el deseado según cietos cánones cinematográficos.
Los planos fijos y planos secuencia son marca registrada de Haneke, y en ellos reside parte de su grandeza, "no importa" lo que aparezca en ellos, pues siempre tienen mucha fuerza visual, aunque a veces nos desconcierten (La Pianista).