Empecé a ver la primera y la segunda temporada con ganas. Sentándome frente al producto como lo que es: un producto de gran consumo para un público joven. Pretencioso en su formato, con trama adictiva y guiones e interpretaciones justitas.

Pero desde la 3 temporada la serie se ha convertido en un producto detestable. La fórmula está tan exprimida que han cruzado las líneas de lo absurdo y del mal gusto. Carece de un ejercicio creativo por avanzar. Los personajes son planos, sin profundidad, incoherentes con ellos mismos, sin carisma. Las interpretaciones son malas y la trama no cuenta nada nuevo y presenta a los personajes desde una óptica detestable.

Reconozco que tenía cierto cariño al producto, por eso de ser una de las series españolas con más éxito internacional. Le he ido dando oportunidad temporada tras temporada. Pero la de este 2022 ha sido la última que le doy. Para mí Élite ha muerto víctima de su propio éxito y de la complacencia de su equipo creativo.