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España España · Cines Astoria Alicante
Voto de Bloomsday:
6
Intriga Recién instalada en Londres, Ann Lake lleva a su hija a la escuela el primer día de clase; pero, cuando vuelve a recogerla, la niña ha desaparecido. Ann denuncia el caso a la policía, pero las investigaciones de los agentes no conducen a ninguna parte, es como si se la hubiera tragado la tierra. Poco a poco, en comisaría empiezan a preguntarse si no se tratará de una fantasía de Ann. (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2009
40 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acertado thriller en su arranque, que abre con unos títulos de crédito no muy conocidos del sí muy conocido Saul Bass (Vértigo, Psicosis, Anatomía de un asesinato, etc).

De elegante cadencia y realización puntillosa, con una artesana y teatral forma de rodar, repleta de grúas y gran aprovechamiento de los espacios cerrados, la pena es que las tintas del psicologismo más desquiciadamente sesentero se hacen pronto con las riendas del asunto. Es por ello que el metraje acaba siendo un desatinado traslape que combina aciertos —como la refinada puesta en escena comentada o un contrastado blanco y negro— con una segunda mitad defectuosa, que adolece de serios brotes ciclotímicos que convergen en un desenlace que exagera y desborda el vaso del juego de espejos 'realidad-invención-personalidades múltiples' (que sí, que no; que sí, y luego otra vez que no). Juego que no desvelaré, claro, porque ahí radica el spoiler, pero que acaba siendo lo peor de la película y lastrando gran parte de ella.

En símil jazzístico, Preminger se pasó con la percusión, socavando la armonía y potenciando el traqueteo de unos golpes de efecto harto discutibles.

Y es que al metraje le hizo falta, precisamente, algún fármaco para controlar su bipolaridad y sus ansias de enredo gordiano y neurótico. Yo no sé si era cuestión de suministrárselo al director o a los actores que, a la vista está, andaban necesitados de una correa modelo Mastín del Pirineo para sujetase en la interpretación. A Laurence Olivier no lo meto en el mismo saco, claro; que está muy contenido él.

Recomendable por su academicismo y por la posibilidad de encontrar un montaje y unos planos de clímax plenamente integrado en esos rasgos estilísticos archisabidos de la década de los 60. Solo por eso, quizás, a muchos la película les merecerá la pena.

A mí casi.
Bloomsday
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