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Voto de Isidoro Feria:
9
8,4
56.882
Bélico. Drama
Primera Guerra Mundial (1914-1918). En 1916, en Francia, el general Boulard ordena la conquista de una inexpugnable posición alemana y encarga esa misión al ambicioso general Mireau. El encargado de dirigir el ataque será el coronel Dax. La toma de la colina resulta un infierno, y el regimiento emprende la retirada hacia las trincheras. El alto mando militar, irritado por la derrota, decide imponer al regimiento un terrible castigo que ... [+]
29 de abril de 2016
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alegato antimilitarista de estilo austero y poderosas interacciones dramáticas con escalofriantes secuencias de las trincheras de guerra (incluyendo un celebrado y posteriormente muy imitado “travelling”). No es, sin embargo, cine bélico de intención pacifista sobre los horrores de la guerra, sino que, ideado a contracorriente del habitual cine de heroicos himnos militares, surge como una valiosa obra de contenidos humanísticos y éticos.
Inteligente y maravillosamente interpretada por Kirk Douglas (el sensato coronel Dax), George Macready (el cínico general Mireau) y Adolphe Menjou (el psicótico general Broulard), de gran credibilidad dramática y realismo demoledor y en el que se reflejan las interesadas relaciones de jerarquización y poder militar. Sin paliativos, Kubrick señala la corrupción, la crueldad, el abuso del poder, la disciplina irracional y las inmorales maquinaciones de algunos altos mandos militares. “El patriotismo, dice Dax, es el último refugio de la chusma.”
Pocas películas han expuesto con mayor severidad y razonamiento la tragedia del soldado anónimo, probable carne de cañón para satisfacer la codicia y el privilegio de sus superiores. El filme cuestiona de forma implacable las relaciones amo/esclavo y todo sistema de opresión. Sombría, intensa y muy eficaz en cuanto a la fría neutralidad con la que trata los hechos más horribles, alcanza el clímax con una escena que constituye la más emotiva que Kubrick haya dirigido nunca.
Inteligente y maravillosamente interpretada por Kirk Douglas (el sensato coronel Dax), George Macready (el cínico general Mireau) y Adolphe Menjou (el psicótico general Broulard), de gran credibilidad dramática y realismo demoledor y en el que se reflejan las interesadas relaciones de jerarquización y poder militar. Sin paliativos, Kubrick señala la corrupción, la crueldad, el abuso del poder, la disciplina irracional y las inmorales maquinaciones de algunos altos mandos militares. “El patriotismo, dice Dax, es el último refugio de la chusma.”
Pocas películas han expuesto con mayor severidad y razonamiento la tragedia del soldado anónimo, probable carne de cañón para satisfacer la codicia y el privilegio de sus superiores. El filme cuestiona de forma implacable las relaciones amo/esclavo y todo sistema de opresión. Sombría, intensa y muy eficaz en cuanto a la fría neutralidad con la que trata los hechos más horribles, alcanza el clímax con una escena que constituye la más emotiva que Kubrick haya dirigido nunca.