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Voto de Cinemaparadiso1951:
6
Cine negro. Intriga. Drama Un buscavidas manipulador (Bradley Cooper) se alía con una psiquiatra tan embaucadora como él (Cate Blanchett) para timar a los ricos de la sociedad neoyorquina de los años 40. Nueva adaptación de la novela de William Lindsay Gresham, llevado al cine con anterioridad por Edmund Goulding en 1947.
31 de enero de 2022
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya en los albores del cine sonoro (1932) apareció una película del todo insólita. Su título, "La parada de los monstruos (Freaks)". Tod Browning, uno de los realizadores de influencia más directa en el desarrollo del cine fantástico, ofreció al público de entonces y al posterior una obra particularmente siniestra y desgarradora, una parábola sobre la crueldad humana llevada a límites impensables. Aparte de que el reparto estaba formado por personas con todo tipo de deformidades físicas, el filme estaba ambientado en una de esas ferias ambulantes que desfilaban por América y por Europa en épocas de crisis económica como fueron las primeras décadas del siglo XX. Los "freaks" que desfilaban en sus desoladoras imágenes eran seres que sufrían todo tipo de explotación a cargo de negociantes sin escrúpulos que intentaban sobrevivir al precio que fuera.

Como era de esperar, "Freaks" fue perseguida y prohibida para unos y desconocida para muchos. Pero su eco se ha visto reflejado en películas mucho más divulgadas como "El hombre elefante" (David Lynch, 1980) y "Big Fish" (Tim Burton, 2003), ambas con secuencias ambientadas en callejones de ferias, y, de modo mucho más concreto, en "El callejón de las almas perdidas" (Edmund Goulding, 1947), una obra especialmente sombría y realizada durante el esplendor del "cine negro" en la América de los años 40, que adaptaba con notable acierto una novela titulada "Nightmare Alley" ("Callejón de pesadillas").

No cabe duda de que el universo particular que retrata el film de 1947 podía resultar más que idóneo para el mexicano Guillermo del Toro, quien ya ha demostrado en sobradas ocasiones su imaginación para crear mundos visuales con poder de fascinación. Sirvan como ejemplos "La forma del agua", que ganó varios Oscar, o "El laberinto del Fauno", para mí su mejor película. Y la realidad es que "El callejón de las almas perdidas", sin dejar de ser un remake, acorde con los nuevos tiempos, del clásico de Goulding, es un trabajo en línea con la filmografía anterior de su director. Es, sencillamente, la "parada de los monstruos" particular de del Toro. Y puedo decir que la estrella de la función no es nadie de su muy atractivo reparto, sino la ambientación, espléndida en todos sus detalles.

Pero si esa ambientación de las ferias ambulantes brilla con luz propia en la primera parte, en la segunda, lejos ya de ese mundo, y circulando más bien por la línea del melodrama y del cine negro, la película va perdiendo fuelle, aunque deje para al final una secuencia de suspense y persecución particularmente intensa, y un epílogo cargado de cinismo que nos recuerda los comienzos del film. La acción parece que se estanca, al jugar mucho con el triángulo sentimental. El protagonista (Bradley Cooper), cada vez más manipulador e inmoral, se encuentra atrapado entre dos mujeres: la angelical y sincera Molly (Rooney Mara), que quiere salvarse y salvarle, y la perversa "mujer fatal" que interpreta Cate Blanchett, un personaje tan dado al exceso que se convierte en pura caricatura de sí mismo.

Una lástima, porque parece que la película se le va de las manos a su director, y se hace larga y pesada en su último tramo. A diferencia de la versión antigua, el peso de los decorados se impone a la propia fuerza narrativa. Queda un trabajo meticuloso y un resultado que podía haber llegado más lejos al plasmar en imágenes esta triste historia de los seres humanos que caminan a ciegas huyendo de su destino.
Cinemaparadiso1951
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